Cuadra de putas 6
Comienzo a emputecer a mi madre y me follo a la madre de su antiguo amante
A las once, cuando me levanté, seguía con la polla morcillona. Salí de la habitación en pelotas y, después de mear, me dirigí a la cocina. Allí estaba mamá, preparado unas tostadas, con una sonrisa de oreja a oreja, y luciendo ese pijamilla de Disney que le quedaba tan ridículo, con sus tetas a punto de reventar la camiseta y el pantaloncillo que apenas podía contener su culazo.
-¡Bueno días, mamá! -le dije, caminando con el rabo bamboleante y en fase de crecimiento. La visión de la guarrilla no era p...