El macarra de mamá

De cómo me convertí en el chulo de mi madre

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Mi padre no era un tipo precisamente popular. Era respetado. O, mejor dicho, temido, que no es lo mismo. Mucha gente le debía favores y creo que, cuando llegó el fatal desenlace, más de uno se alegró, a pesar de las hipócritas palabras de consuelo que hicieron llegar a su viuda, Angustias, a la sazón, mi recatada madre.

El funeral y el posterior entierro fueron en petit comité . El viejo no tenía hermanos y mi madre, sólo una hermana, que, peleada desde tiempos inmemoriales con su cuñado,...

Pepe el gordo y Doña Amparo

La historia de ¿amor? de Pepe el gordo y su suegra, Doña Amparo

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Muy poca gente sabía porque a Pepe le llamaban el gordo. La mayoría pensaba que era irónico o que, de niño debía haber sido uno de esos chavales más bien redonditos de los que se cachondean los compañeros.

Pero nada de lo anterior era cierto. Ni era irónico, ni la cosa venía de la infancia. Sólo algunos elegidos, o más bien elegidas, sabían de donde procedía el apodo. Un apodo que alguna jamona despechada se dedicó a difundir pensando que le iba a dañar su reputación de joven promesa de la quí...

El perfecto anfitrión

Me veo obligado a acoger en casa a mi tía Ramona. Ella acaba haciendo honor a su fama y me la acabo tirando… Cosas que pasan

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La noticia cayó como una bomba. La verdad es que nadie se esperaba algo así. Mis padres fliparon, mis primos más aún y mi tío, al que le tocó el papel más ingrato en esta historia, el de marido cornudo, fue el que peor lo pasó.

Bueno, quizá mi tía Ramona, le podría disputar el puesto. A fin de cuentas, la mujer había pasado de ser un respetado pilar de la comunidad, como dirían en un telefilm americano, a un putón verbenero merecedor de todo el desprecio imaginable de familia, amigos y vecinos...

¿Menos mi madre...?

La historia de cómo, por culpa de un desengaño amoroso que desequilibró su mente, mi hijo me acabó sometiendo sexualmente.

Me llamo Marisa y tengo 49 años. La idea de poner sobre el papel mis pensamientos acudió a mi mente mientras relamía los últimos restos de leche que salían del culo de, Sonia, mi hermana mayor, ante la atenta mirada de Víctor, mi hijo. Mientras saboreaba el espeso esperma de mi hijo, tuve tiempo de reflexionar sobre aquella frase que él solía repetir obsesivamente: "¡Todas las mujeres son unas putas!" . Según le daba, Víctor solía personalizar el refrán, y cambiaba el son , por un sois, para...

Rosario y la hipoteca

Carlos, aprovecha su trabajo en un banco para ayudar a, Rosario, una madura ama de casa a pagar su hipoteca. Y, de paso, ajustar cuentas con el pasado.

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En la vida a veces las cuentas se saldan y a veces no. Siempre quedan agravios por compensar, deudas que cobrar y venganzas que satisfacer. Así era como Carlos creía que iban a quedar las cosas en relación al caso de Silvia, su exnovia, y  su antiguo mejor amigo, Roberto, que tras haberle puesto los cuernos durante un tiempo indeterminado, decidieron irse a vivir juntos. NI que decir tiene que el hecho resultó bastante traumático para el bueno de Carlos. Y, aunque había ocurrido cuando todos rondaba...

Una madre abnegada

La visita de un amigo de la universidad me hizo ver a mi madre con otros ojos. Con los ojos de la perversión. Ella, ingenua y mojigata, no se percató de mis intenciones. Al principio

UNA MADRE ABNEGADA

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Abnegación. Asisto a un discurso en la congregación católica y la dichosa palabra se repite más de diez veces. Entre el público, escucho y aplaudo con sincero entusiasmo. Estoy contento y orgulloso de que la destinataria de las palabras, aquella a la que toda la congregación admira, casi diría que idolatra, y que junto a su marido asiste, ligeramente avergonzada, al panegírico que el líder le está dedicando, sea mi propia madre.

Mi mirada se cruza con ella y me sonríe...

Vis a Vis 3/3

El emputecimiento continúa y la venganza se consuma.

5. Sigue la fiesta

Quince días después, tras haber sobornado nuevamente a los funcionarios (¡bendita corrupción!), me encontraba en una habitación con una cama de matrimonio bastante cutre (y ruidosa, como después pudimos comprobar), una mesa pequeña, una silla y un pequeño armario. Más que una habitación de hotel cutre, parecía una pensión de putas barata (aunque limpia, eso sí). Pero, bueno, a mí ya me iba bien, de eso se trataba, ¿no?, de follarme a una furcia (aunque no fuese profesional…)

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Vis a Vis 2/3

Mi madre se convierte en mi camello y, además, me presta algunos servicios extras para aliviar mi soledad en prisión.

3. La primera visita

El día que trajo la primera dosis se presentó, en la pequeña habitación que se usaba para el vis a vis familiar (dos sillas un pequeño sillón y una mesa), vestida de forma muy parecida a cómo solía hacerlo cuando venía al locutorio.

Supongo que, como la mojigata reprimida que era, no debía ser demasiado consciente del efecto que su cuerpazo de jamona causaba en los hombres y solía lucir esos vestidos entallados, bien ajustados a la cintura, que destacaban un perfecto cue...

Vis a Vis 1/3

Andrés, a sus 27 años, acaba con sus huesos en la cárcel por su mala cabeza. Su padre, juez, le ha dejado en la estacada. Sólo encuentra el apoyo de su madre y su mente empieza a maquinar cómo vengarse de su padre.

1. Un día cualquiera. Justo antes de la venganza.

-¡Cerdaaaaa!

El grito resonó por toda la casa. Debían ser las cinco y pico. Acababa de despertarme de la siesta con una erección de caballo. La tele, con el sonido al mínimo, iluminaba tenuemente la habitación, que permanecía con las persianas cerradas y el aire acondicionado puesto a tope, para evitar que el tórrido calor veraniego achicharrase el expuesto comedor del piso veraniego.

Llevaba ya un par de meses en el apartamento veranie...

De puta madre

Repasando una web de contactos me llevo una sorpresa, encontrando a una vieja conocida...

Me llamo Ricardo y acabo de cumplir 30 años. Hace muy poco que me trasladé con mi familia a una ciudad de la costa por cuestiones laborales. Me casé muy joven, a los veintidós años con Marisa, una compañera del instituto dos años menor a la que había dejado embarazada. Pasamos una época complicada al comienzo del matrimonio pero mis suegros se portaron estupendamente y nos ayudaron con el niño, el trabajo de ambos y, tiempo después, con el segundo niño, con el que cerramos el cupo reproductivo.

La his...