El culo de Doña Felisa
La historia de cómo perforé el culo de Doña Felisa, mi tía
El culo de doña Felisa, la jaca más apetecible del pueblo, siempre me había puesto la polla bien dura. Desde adolescente había protagonizado mis más calenturientas fantasías onanistas. La imaginación es libre, y en mis sueños, le reventaba el pandero a pollazos y le dejaba la cara y las tetas bien llenas de leche. Leche que ella sumisamente agradecía, pidiendo más y más...
Pero no eran más que eso, fantasías. Había varias razones de dificultaban que mis mórbidos sueños se hiciesen realidad. En primer...