Morir una vez más… (4)

La etapa de vivencias guerreras ha terminado, y debo decidir nuevamente qué camino ha de tomar mi vida. Pero un oscuro remordimiento corroe mi interior

Tras la recuperación física y recibir todos los parabienes oficiales (secretos), tenía que decidir qué nuevo rumbo debía marcar en mi vida.

Mi mente no dejaba de pensar en que había quitado la vida a nueve personas. Ya sé que la mayoría de ellos eran unos hijos de puta y que probablemente merecían morir. Además, había sido en defensa propia para salvar mi vida. Pero necesitaba entender, saber que esos seres habían muerto por un bien mayor. Y no estaba seguro de ello.

Aprovechando un contacto en...

Morir una vez más… (3)

Sigue la sesión de sexo con el matrimonio, pero una sombra se cierne sobre mi futuro que me llevará a jugarme la vida

La noche continuó con una buena cena, amenizada con una agradable conversación, en la que pude comprobar que Jean-Paul era un tipo estupendo, culto, sensible y que, a banda de las relaciones abiertas de la pareja, a ambos les unía un profundo amor, realmente admirable. Los dos eran los socios propietarios del negocio de import – export, que les reportaba una envidiable situación económica.

Después de este receso que nos sirvió para reponer fuerzas y conocernos mejor, continuamos la velada con diferent...

Morir una vez más… (2)

Continúa mi historia tratando de olvidar la traición que me hizo morir. Debo alejarme de mi vida actual.

Al día siguiente de descubrir la traición de mi amada y mi mejor amigo, fui a ver a mi capitán. Le supliqué que me permitiera solicitar mi ingreso en la Compañía de Operaciones Especiales nº xx (COE-xx), que compartía acuartelamiento con el Regimiento de Infantería al que yo pertenecía. Como siempre faltaban “locos” para convertirse en “Boinas Verdes” no puso ninguna objeción.

Comencé el infernal entrenamiento hasta conseguir “ganar” la boina verde y como a lo largo de mi adiestramiento destaqué en to...

Morir una vez más… (1)

Se puede morir de muchas formas, pero morir por la traición de un amor, es una de las más dolorosas que uno puede sentir, y lo sé por experiencia.

Ya son las 10:00 la mañana y dos agentes de policía uniformados abren la puerta de la celda donde hasta este momento estaba dormitando. Aún somnoliento, intento alisar las arrugas de mi traje y ajusto el nudo de la corbata al cuello de la camisa. Me colocan unas esposas en las muñecas con las manos por delante – creo que es en deferencia a mi persona, ya que lo normal es ir con las manos a la espalda – y soy conducido por una serie interminable de pasillos con puertas de seguridad hasta el patio de la prisi...