Sólo me pasan cosas buenas

Y Tomás lo atrajo hacia sí, lo obligó a ponerse a cuatro patas al borde de la cama, con la almohada todavía entre sus dientes, y empezó a meterle y a sacarle el vergajo a una velocidad de infarto y a la mayor profundidad de que era capaz. Sus enormes cojones rebotaban contra las cachas de Ignacio, y con el sudor que empezaba a emanar de los poros de Tomás, pronto el sonido de aquellos huevos colosales contra la blanca piel de Ignacio fueron como de chapoteo.

Sólo me pasan cosas buenas Al fin, después de varios años de arduas meditaciones, he llegado a la conclusión de que debo compartir las vivencias que me participó Ignacio, mi mentor, a fin de ayudar, inspirar o traer luz a quien pueda necesitarla. No diré quién soy, porque en ésta y en sucesivas historias el único protagonista es Ignacio, quien desapareció misteriosamente hace unos años y que, esté donde esté, será un hombre tan feliz como ningún hombre haya sido. Nuestra historia comienza un frío día...

Cuando ya no te esperaba 3

. Jamás me lo hubiera imaginado. Aquello superaba todas mis expectativas. Me guardé la polla mientras el tío no paraba de acariciarme, y de camino de vuelta al bar me percaté de que Sergio estaba desatado y de que si no se controlaba, nos iba a meter en un buen follón.

Cuando ya no te esperaba, III Hacía tres días de nuestro encuentro en los baños de La Muesca Alemana y no había vuelto a ver a Sergio, pero no me quitaba de la cabeza su promesa de que me dejaría comerme toda su leche y con más tiempo. Claro que con su habituales cambios de humor con respecto a lo nuestro, a saber si mantendría su palabra. Como eran las seis de la tarde de un sábado y estábamos aburridos en casa, propuse a Marcos que llamara a Marta y Sergio a ver si querían venirse a ver una peli o...

Cuando ya no te esperaba 2

Tomé su falo con la mano, despacio, con cierto ritual. Comprobé como iba adquiriendo todo su tamaño a mi contacto. Acerqué mis labios al prepucio al tiempo que aspiraba su olor a macho y

Cuando ya no te esperaba, II

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A las buenas. Soy Luis y estoy de vuelta. El otro día expliqué cómo conocí y me enamoré de Sergio y cómo, algunos años después, conseguí tener algo parecido a un encuentro sexual con él, tras el cual, Sergio hizo como si no hubiera pasado nada entre nosotros y me despachó de su casa en cuestión de dos minutos. El caso es que aquella experiencia me dejó tocado. Por una part...

Cuando ya no te esperaba

No sé muy bien cómo comenzar este relato. Supongo que lo mejor será aclarar que es una historia verídica, que, evidentemente, he cambiado los nombres y maquillado los detalles y que me juego una relación de ocho años con mi pareja y algunas cosas más. Pero creo que merece la pena contarlo, aunque solo sea para dejar constancia de que, a veces, los sueños se cumplen. Y cuando menos te lo esperas.

Cuando ya no te esperaba

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No sé muy bien cómo comenzar este relato. Supongo que lo mejor será aclarar que es una historia verídica, que, evidentemente, he cambiado los nombres y maquillado los detalles y que me juego una relación de ocho años con mi pareja y algunas cosas más. Pero creo que merece la pena contarlo, aunque solo sea para dejar constancia de que, a veces, l...

El Centro del Placer Gay

El puto pollón me saturó las fosas nasales y me puse a salivar de anticipación. El buenorro me golpeó en la cara con el trasto y estuve a un tris de correrme. - Cómetela -ordenó. – Traga hasta que revientes. Abrí la boca mientras no dejaban de comerme la polla y me bombeaban frenéticamente por el culo y conseguí introducir el enorme glande del buenorro entre mis labios.

El Centro del Placer Gay

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Nunca imaginé que existiera un sitio como aquel. Se llamaba El Centro del Placer Gay y era una mezcla entre un hotel de lujo, un parque de atracciones y un cuarto oscuro. Llegué allí de casualidad. Estaba en Barcelona por asuntos de trabajo y acabé unos días antes de lo previsto, así que busqué una sauna en internet para tener algo que hacer y di con este sitio. Lo primero que...