Me derretí en la boca de una joven... inesperadame
Esa tarde hacía calor, me metí en un sex shop, una jovencita me comió la polla hasta secarme entero.
Era una tarde de verano, el calor era tremendo, como siempre en la ciudad, paseando por una de las principales calles, y cercano al pasaje que une a esta con la calle Tetuán, paseé por ahí pretendiendo disfrutar un poco del fresquito de ese pasaje, me entretuve mirando el escaparate, del que apenas se ve nada, de un sex shop que hay allí escondido en tan recóndito lugar y... como sé que en esa tienda, que alguna vez he utilizado para darme placer hacía fresquito, penetré en el local, me secaba los sudores c...