No consentido, consentido.
Coincido con la chica con que sueño que todos los días me acaricie, y lo consigo.
Todos los días como es natural, tomo el mismo autobús que me lleva a mi trabajo, siempre veo las mismas caras, casualmente alguna vez aparece un rostro nuevo, pero son los menos, casi todo el mundo se conoce en el vehículo, el único que cambia casi a diario es el conductor, pero también nos resultan familiares a todos.
Cada uno tenemos un mote, al menos yo los pongo y yo sé de buena tinta que soy conocido como el del libro blanco (me lo pusieron unas simpáticas ancianas), pues lo llevo forrado para qu...