Cubriendo las necesidades de una madre 2.

Ahora me salió más trabajo, mi tía se enteró qué mi madre había follado con un joven y ella también quería. Otra vez tenía que engañarlos. ¿Lo conseguiré?

Cubriendo las necesidades de una madre 2.

El día que volvió mi padre, los noté muy divertidos. Incluso aquella noche, a pesar de que mi padre estaba muy cansado, escuché que tuvieron sexo. Sin duda, con lo caliente que era mi madre, le habría contado lo que hizo y acabaron follando. ¡Si él supiera qué el que la había follado era su hijo! Seguro que se hubiera enfadado y sabe dios cómo acabaría yo. Por suerte follé a mi madre con los ojos vendados durante todo el tiempo.

Pasaron dos semanas d...

Cubriendo las necesidades de una madre.

Con los problemas económicos de mi familia y el todo lo que tiene que trabajar mi padre, me espero cualquier cosa.

Cubriendo las necesidades de una madre.

Hola, me llamo Enrique. Cuando ocurrió esta historia yo tenía veinte años. En casa vivíamos mi padre Enrique, mi madre Marta y yo, mi hermana mayor ya se había independizado y apenas venía por casa, eso sí, llamaba a mi madre todos los días para interesarse por ella y saber cómo iba nuestra vida, ya que desde que se casó se marchó a otra ciudad y nos veíamos en las fiestas más señaladas.

Para mi desgracia, se dieron dos circunstancias que facilitaron l...

Mi hijo menor, el mayor cabrón.

Una madre nos cuenta la sexualidad que descubre con su hijo.

Mi hijo menor, el mayor cabrón.

Me llamo Marta, tengo cincuenta y dos años. Físicamente soy una mujer normal, no muy alta, con unos pechos que ya muestran mi edad, redondos pero no muy firmes, unas caderas anchas y un buen culo. Me separé de mi marido hace cinco años, y desde entonces no he tenido ningún hombre que me dé lo que necesito. Tengo dos hijos, Enrique, el mayor, que se marchó al extranjero a trabajar y Jesús, el menor, que estudia en otra ciudad.

De Jesús quería contaros. Ya lleva...

Sorpresa con mamá.

El hijo se dedica a follar a maduras mientras desea a su madre, ella... Bueno, sorpresa.

Empecé a follarme a mujeres maduras con dieciocho años, aunque mi primera experiencia fue a los diecisiete, pero ya con dieciocho además cobraba por ello. Y todo empezó cuando entré en la universidad. Me llamo Juan y la verdad es que nunca he sido un hombre excesivamente atractivo, pero gracias a la madre de una de mis compañeras, descubrí una cualidad que atrae a la mujeres, mi polla.

Aquella primera vez, fue en la fiesta de cumpleaños de mi compañera Cristina. Era una chica preciosa, de mi misma eda...

Las fantasías de mamá 2: pequeñas variaciones.

Mi hijo me ha follado, pero tendrá que ganarse el derecho a meter su polla en mí.

Las fantasías de mamá 2: pequeñas variaciones.

Me desperté por la mañana con la dulce sensación de haber tenido sexo, aquel sexo prohibido con mi hijo. Notaba mi sexo pegajoso por el esperma de mi hijo y por mis propios flujos. Agité las piernas levemente para sentirlo más aun. Mi hijo yacía junto a mí, desnudo y rodeándome con su brazo. ¡No podía ser más feliz!

Desde hacía más o menos un mes, estaba buscando a mi hijo, y me refiero que sentía la necesidad de tenerlo en mi cama. Era conscien...

Las fantasías sexuales de mamá.

Con mi madre he tenido muchas aventuras sexuales, la primera fue romper el tabú del sexo entre madre e hijo.

Las fantasías sexuales de mamá.

Mi nombre es Higinio, siempre he vivido con mi madre pues nunca he conseguido encontrar una pareja. A la rareza de mi nombre, también le acompañaba la rareza de mi físico, y de ahí que en mis cincuenta años de vida no haya conseguido tener una sola novia.

Mi madre, Eustasia, le ocurría algo parecido con la rareza de su nombre y físico, y desde mi nacimiento y hasta su muerte, hemos compartido nuestras vidas. Ella quedó embarazada en una fiesta del pueblo. Cuan...

El fuego de la juventud.

Ese fuego que se enciende en los años de la juventud puede quemar a una madre y una abuela.

El fuego de la juventud.

Así podía definir lo que me ocurría, mi juventud me quemaba por dentro. Desde los once años en qué empecé a hacerme pajas, ese fuego iba en aumento. Mis hormonas circulaban por mi sangre y conseguían que mi sexo estuviera siempre alerta, arrastrando a mi mente a fantasías imposibles e inmorales.

De este modo llegué a los dieciséis años, mi cuerpo había cambiado y si bien no era el de un hombre, sí el de un joven musculado. No siendo feo y con buen cuerpo, todo daba a...

Por unas bragas de mamá 3.

Ya se ha hecho realidad los deseos de Pedro, ya ha follado con una mujer, madura, pero lo mejor es que es su madre. ¿Qué más puede desear un hijo pervertido?

Por unas bragas de mamá 3.

Me desperté aquel domingo por la mañana. No sabía que hora era, pero parecía que el sol aún no había salido completamente pues no entraba demasiada luz por la ventana. No me importaba la hora, mi madre estaba abrazada a mí y me sentía feliz de tenerla allí, desnuda. Me agité un poco para sentir mejor su cálido cuerpo, deslicé mi mano por el muslo de la pierna que tenía sobre mí y ella se movió un poco. Su cabeza estaba sobre mi pecho, no la podía ver bien, pero podía sen...

Por unas bragas de mamá 2.

Por fin la madre le da sus bragas, y todo lo que allí guarda. Y quién sabe si su vecina también le dara algo a Pedro.

Por unas bragas de mamá 2.

Nunca me había sentido tan caliente cómo aquella mañana. Llevo tanto tiempo sin acostarme con un hombre, que sentir a mi hijo Pedro junto a mí, hizo que mi vagina se derritiera de excitación. Y más cuando empecé a sentir sus caricias, tan furtivas, tan lujuriosas, tan sensuales. No tardé en tener un gran orgasmo y parece que él creyó que yo permanecí dormida todo el tiempo.

Mi nombre es Laura y vivo con mi hijo pedro. Ya estoy en los cuarenta y la verdad es que mi...

Por unas bragas de mamá.

Así empezó mis aventuras con la madura y caliente de mi madre, unas bragas y una obseción.

Por unas bragas de mamá.

Todo empezó por unas bragas que mi madre dejó en el suelo del baño, nunca lo hacía, pero aquella vez con las prisas allí las dejó. Yo tenía diecisiete años y mis hormonas me impulsaban a todo aquello que me parecía pervertido y caliente. Muchas noches veía vídeos porno en Internet y ver aquellas bragas usadas me produjo una gran excitación. Las cogí y las olí.

Así fue como empezó mi obsesión con las mujeres maduras. Mi nombre es Pedro, con dieciocho años andaba detrá...