El chico que admiraba a Adam Levine (Parte 3)

El drama se desata cuando Pablo, el homófobo hermano de Bosco, les descubre haciendo el amor en el salón de su casa. Layo aprovecha el incidente para vengarse del trato recibido por Bosco con brutalidad innecesaria, y Pablo decide salir en su busca para hacerle pagar ojo por ojo y diente por diente.

Durante las semanas siguientes Bosco obligó a Layo a mantener relaciones sexuales en la intimidad de su habitación con una periodicidad creciente, en las que el grado de perversión de las prácticas fue el denominador común; en general incluían una amplia gama de comportamientos sadomasoquistas, pues Bosco se reveló como un amante inseguro que necesitaba sentir un fuerte dominio personal sobre su escurridizo compañero para obtener placer. Layo le dejó claro desde el principio que sólo participaría en esas mo...

El chico que admiraba a Adam Levine (Parte 2)

Bosco encuentra la manera de chantajear a Layo y vengar así las supuestas humillaciones verbales recibidas a lo largo de sus años de convivencia. Ahora Layo deberá convertirse en su esclavo sexual y obedecer todas sus órdenes si quiere evitar que su padre y su hermano Pablo se enteren de su secreto.

El verano se presentaba de lo mas aburrido para los Martín de la Cueva – Vallejo aquel año en el que la crisis económica había causado estragos en las economías familiares del ciudadano medio español, y se había hecho sentir también, aunque algo debilitada, en su propio hogar. Los padres de Bosco y Layo habían sustituido los rutilantes cruceros por aguas nórdicas o mediterráneas de otros años por el mas discreto, pero aún envidiable plan de veraneo en su mansión familiar de Sotogrande.

Pablo, tras apr...

Noviembre es el mes mas largo (parte 9 y fin)

Heitor recibe una carta manuscrita de Antonio en la que le comunica la peor noticia de su vida. Por otra parte, su vida dará un giro drástico cuando sus padres y abuelos huyen de Angola con lo puesto para salvar la vida. Y la trágica suerte de Timor Oriental afianza su amistad con el doctor Mateus.

Quince días mas tarde recibí un aviso urgente procedente de una oficina de correos próxima a mi domicilio en el que se me conminaba a recoger un paquete postal procedente de Madrid. Era el lunes 24 de Noviembre, no lo olvidaré mientras viva, cuando, corriendo como un guepardo hambriento y , tras conseguir sortear a una ingente cantidad de huelguistas que protestaban contra todo y contra nada en particular en la Calcada do Combro llegué jadeando a la estafeta de correos con el alma en vilo y temiéndome lo pe...

Noviembre es el mes mas largo (parte 7)

Heitor recuerda las lapidarias frases de su filosófico amigo Toni, y la preocupación que le producía su radical compromiso político. Al mismo tiempo que Portugal entra en una fase de locura colectiva y anarquía absoluta, Heitor es incapaz de ver claras sus prioridades, y se deja llevar por los demás

El verano de 1975 será recordado por siempre en los libros de Historia portuguesa por la extraordinaria tensión social resultante del pulso desigual librado entre el gobierno de extrema izquierda de Vasco Goncalves, cooptado por los comunistas, y sus acólitos civiles, que clamaban en todos los foros posibles pidiendo la instauración de una sociedad sin clases, y por otro lado, el resto de la sociedad portuguesa, agrupada en torno a los líderes de los partidos democráticos, entre los que destacaba el líder d...

Noviembre es el mes mas largo (parte 8)

Heitor recuerda los síntomas de descomposición social en el Portugal de noviembre de 1975 que estuvieron a punto de desembocar en una tragedia nacional de irreparables consecuencias. Heitor decide apostar por su relación con Toni, pero este tiene que regresar a España, convocado por sus camaradas.

A comienzos de noviembre de 1975, Portugal se encontraba envuelta en un torbellino de manifestaciones y huelgas salvajes como nunca antes se había producido en mi tranquila nación. El orden público brillaba por su ausencia y la anarquía mas absoluta campaba por sus respetos en todas partes. Los síntomas de esta rápida descomposición del tejido social eran evidentes:

  • La policía, a partir de un momento dado, dejó de patrullar por las calles y se atrincheró en las comisarías de barrio, en espera de tie...

Noviembre es el mes mas largo (parte 5)

Heitor consigue un empleo estable como enfermero en un dispensario de Benfica dirigido por un joven médico procedente de Timor Oriental. Poco después, conoce a un refugiado político español por quien se siente inmediatamente atraído y con quien desarrolla una relación mas profunda de lo habitual.

Sebastiao había encontrado empleo como obrero de la construcción, lo que vino a representar un alivio para nuestras maltrechas finazas, toda vez que los dos mil escudos que habíamos ahorrado para nuestra estancia en Lisboa se habían esfumado antes de lo previsto. Yo no era capaz de encontrar trabajo como enfermero, por mas hospitales que recorrí, hasta que le comenté la situación de desamparo en que me encontraba a nuestra patrona, como justificante para nuestros constantes retrasos en la paga del alquiler...

Noviembre es el mes mas largo (parte 3)

La Revolución de los Claveles trae consigo nuevas ilusiones y esperanzas a las colonias africanas, que esperan conseguir una independencia justa y pactada. Mientras, Heitor disfruta de la noche luandesa en compañía de Vasco y Sebastiao, pero se avecinan tiempos difíciles para la Angola colonial.

Mi vida cobró un nuevo impulso tras incluir al teniente Guimaraes en mi periplo vital; no puedo decir que mantuviéramos una relación de pareja, pero tampoco éramos simples amigos de paso. Vasco era notoriamente heterosexual, y, tras ser dado finalmente de alta a inicios de 1974 y en espera de un nuevo destino, que, dada su impecable hoja de servicios, muy bien podría estar situado en la lejana metrópoli, comenzó a frecuentar en compañía de mis amigos las salas de fiestas y “boites” mas exclusivas y rompedor...

Noviembre es el mes mas largo (parte 1)

Heitor recuerda con nostalgia su infancia y juventud en la Angola anterior a la independencia, y su primer encuentro con Vasco, un atractivo militar portugués convaleciente en un hospital de Luanda que le pedirá un singular favor. Ambos compartirán impresiones sobre el futuro de la guerra colonial.

El recuerdo mas antiguo que tengo de mi infancia en Angola es el de encontrarme en el puerto de Luanda subido a los hombros de mi padre esperando la llegada de esos grandes buques de la Armada portuguesa cargados de soldados destinados a servir como carne de cañón en la guerra contra la insurgencia; recuerdo aún sus nombres, todos pomposos y grandilocuentes: el Infante D. Henrique, el Patria, el Veracruz, el Príncipe Perfeito…una enorme multitud esperaba ansiosa el desembarco de la soldadesca y corría a abr...

Noviembre es el mes mas largo (parte 4)

Heitor parte hacia Lisboa en barco acompañado de su amigo Sebastiao. Úna vez allí descubren una ciudad en permanente agitación y donde no son bien recibidos por una parte de la población. Heitor aprovecha también para visitar a Vasco, que se ha casado entre tanto y va a ser padre de un niño.

El 6 de mayo de 1975 partí en compañía de mi amigo Sebastiao, que tampoco veía ningún sentido a una Angola independiente en manos de “forajidos y gentes de mentalidad tribal” a bordo de un buque mercante que cubría el trayecto Luanda –Lisboa con escalas en Lagos, Praia (Cabo Verde), Las Palmas de Gran Canaria y Cádiz. Tiao tenía en realidad aún mas motivos que yo para temer la irrupción de los guerrilleros armados hasta los dientes por el centro de Luanda, porque en su calidad de mestizo representaba todo a...

Noviembre es el mes mas largo (parte 2)

Heitor recuerda el modo en que conoció al mulato Sebastiao y como la relación entre ambos adquirió un marcado tinte sexual. Heitor descubre además que Vasco necesita una mano amiga que le ayude a sobrellevar su soledad y calentura, y se pone manos a la obra, haciendo las delicias del joven militar.

En realidad yo no había mentido a Vasco respecto a mi afición al mestizaje luso-africano, simplemente me había guardado de especificar el sexo de la persona que me calentaba la cama desde hacía años. Había conocido a Sebastiao en el verano de 1971, cuando ambos contábamos apenas 19 años de edad. La verdad es que me quedé impresionado desde el primer instante con los rasgos cobrizos de aquel desconocido que vendía cerámicas y tallas de madera representando antiguos guerreros africanos y, sobre todo, on su fi...