La becaria Venezolana
Una boca, un culo y una concha. Una sorpresa inesperada en un congreso científico.
LA BECARIA VENEZOLANA
Era enero de 2003 cuando fui invitado a un coloquio en la Universidad de Lovaina, en Bélgica. Viajé, llegué cansado de tantas combinaciones aéreas, me alojé en un buen hotel para reposar unas horas. Agotado por el cambio de horarios y de clima, ya que embarqué en un verano tórrido y arribé en un invierno helado, me dormí sin siquiera comer nada. En la mañana siguiente debía exponer una nueva técnica quirúrgica ante colegas muy calificados, era todo un compromiso.
Me d...