La miss
Sus orgasmos eran interminables. Y su cuerpo una poesía erótica. Placer amil para los lectores.
LA MISS
Lo que voy a relatar sucedió hace unos años, apenas arribado a una capital de provincia en Argentina.
La instalación de mi clínica estaba ya iniciada, y atendía en un consultorio céntrico que alquilaba. La necesidad de hacerme conocer me impuso viajar a las localidades aledañas a la capital, donde también atendía en consultorios o dispensarios, a veces cobrando honorarios y otras sin ellos; que si bien se trataba de una región de alto poder adquisitivo también tenía nichos de e...