Tuve que salvar a mi estúpido hermano
Esta es la historia de todo lo que tuve que hacer en una noche para salvar a mi hermano de ir a la cárcel.
Tuve que salvar a mi estúpido hermano.
Me despierta el timbre de mi teléfono celular; veo el reloj: las 2:14 a.m. del domingo, checo la pantalla del celular que indica “número desconocido”, pienso “no estén molestando ahorita”, le doy ignorar y me vuelvo a acomodar para seguir durmiendo.
No ha pasado ni un minuto cuando vuelve a sonar, de nuevo “número desconocido”, decido contestar adormilada:
- Hola
- Si, comuníqueme con la señorita Mirna, me dice una voz masc...