Maite. Secuestrada en Egipto. Parte XII
Nuevos castigos para nuestra querida perra Maite.
Avancé unos pasos, sin atreverme a levantar la vista del suelo.
«Quédate quieta, de rodillas» me dijo Ashraf, muy seriamente
«Si Amo» le respondí yo en un susurro
Se levantó de la silla y vino hacia mi. Empezó a andar a mi alrededor, como pensando qué me diría o cual sería su siguiente paso, aunque conociéndole seguro que ya lo tendría todo planeado de antemano, y que lo único que pretendía al hacer eso era ponerme más y más nerviosa, y lo estaba consiguiendo. En ese momento, esperando que...