Ricky, el perro callejero 9
Don Fermín, el director de la escuela, espía a los hermanos mientras le hacen una mamada a Ricky en el patio de la escuela. Ricky anuncia el viaje.
Pasaron los días, tras el cruel castigo que le había impuesto Ricky a su sumiso más rebelde, el joven Saúl, por haberle desobedecido en una orden directa y por haberle arrancado con los dientes el piercing que le había puesto a su hermano Luis en el ombligo. Ricky le había clavado el mismo piercing a Saúl en la base de su pito, con muy mala leche, y al menor estuvo escociéndole la entrepierna durante muchos días. Durante ese tiempo, el perro callejero visitó en varias ocasiones la casa de los hermanos, y ta...