Pequeño pero pollón 7. Orgía después de clases.

"Hugo decidió terminar el beso y bajó fugazmente hasta mi polla, la agarró con ambas manos, me miró a los ojos con cara de cerdo y la introdujo lentamente en su boca. Joder, esa boca."

Pasé el domingo intentando no pensar en mi hermano, ya que sabía cómo acabaría la cosa si lo hacía. Por eso mismo, cuando me dijo que se iba a duchar, me excusé diciéndole que tenía mucha tarea por hacer. Casi me manda a la mierda, pero sabía que me lo acabaría agradeciendo.

La semana se me hizo larga; muy larga. De hecho, coincidí en los baños del instituto con Eric un par de veces. Y, tal y como se veía venir, no pude resistirme a hacerle una paja. Lástima que el baño fuera tan concurrido, ya que no...

Pequeño pero pollón 6. La primera vez de Asier

"Y allí estaba yo, con la polla de Mario en mi mano derecha, mientras mi cipote descansaba sobre la mano izquierda de este. Lentamente comenzamos la paja de nuevo, y aquello produjo en mí una sensación nueva hasta la fecha."

La mañana siguiente llegó acompañada por los cantos de los pájaros. No fueron estos quienes me despertaron, en cambio. Fue mi hermano, que había introducido su mano bajo mis calzoncillos y jugueteaba con mi polla flácida. No tardé en empalmarme, sin embargo.

–La putita tiene ganas de más… –dije con esa voz de sueño habitual.

–No sabes cuántas –contestó mi hermano, que enseguida se situó sobre mí, quedando nuestros cipotes a la misma altura, rozándose entre ellos bajo la tela del pijama.

–N...

Pequeño pero pollón 5. Mi hermano quiere polla.

"Nunca había sentido algo así. Ni siquiera con Eric. Supongo que el hecho de que fuera mi hermano pequeño quien me estuviera comiendo la polla no se parecía a nada de lo que había hecho hasta entonces. Esa sensación de fraternidad, de querer que disfrute."

Llegué a casa tarde, exhausto por la follada con Eric y Hugo. Mi polla seguía morcillona, como pidiendo más; pero yo estaba bastante cansado, por lo que cené y me fui a la cama. Pasé la noche tranquilo, dormí de un tirón y desperté, como ya venía siendo costumbre, con una erección impresionante.

El sábado pasó relativamente rápido. Mis padres estuvieron en casa todo el día y mi hermano se fue a casa de un amigo. En teoría iba a dormir allí con un par de amigos más, pero al final la pijamada se canceló...

Pequeño pero pollón 4: trío con los hermanos

"Ante mi vista quedó el increíble culo de mi amigo. Una figura perfecta, unas nalgas carnosas y un agujerito estrecho. Aquello era todo lo que yo necesitaba para empezar a babear."

Estaba acojonado y muy cachondo a la vez. Acojonado porque ese cinturón podía ser un castigo muy severo. Cachondo porque, usado adecuadamente, podía proporcionar grandes dosis de placer. Y es que Hugo, con sus azotes, me había demostrado que le gustaba el sexo duro.

–Eric, ¿te ha contado tu amigo algo nuevo?

Yo lo miré, asustado. Eric no sabía a qué se refería, pero yo sí.

–N-No –respondió él, temblando.

–Marcos, ¿te ha contado tu amigo algo nuevo? –me preguntó esta vez a mí.

E...

Pequeño pero pollón 3. Follando con Eric

"Eric resopló, indeciso. Pero cuando posé mi mano sobre su abdomen, sus ideas se aclararon. [...] Poder acariciar su cuerpo puro me ponía a mil. Continué las caricias, acercándome poco a poco a sus partes. Me encantaba ese momento previo a la mamada. Esa ansia por comerle los huevos. Esa tensión."

Aquella misma noche soñé con Hugo. Sus ojos del color de la avellana me observaban el cuerpo entero y su cuerpo fuerte me mantenía preso bajo él, impidiéndome moverme. Yo agarraba su cabeza hincando mis dedos en sus rizos alocados, marrones como la madera. Pero el sueño no duró mucho. Mi madre me despertó diciéndome que tenía que ir al hospital.

Cierto. La prueba de la edad. Es una prueba que normalmente se hace pronto, pero a mí me la habían adelantado y no entendía por qué. De modo que me levanté co...

Pequeño pero pollón 2. Hugo, agresivo y putita.

"Que me comas la polla, Marcos. Quiero que me comas la polla. Asentí y, tímidamente, me senté a su izquierda. Le bajé los pantalones y contemplé su nabo, recién depilado. Le cogí el cipote con mi mano izquierda mientras él me acariciaba con los dedos. Enseguida me dio otra bofetada, esta vez en el culo. Sus dedos rondaban mis glúteos, ansiosos por profanar mi cueva. Pero yo me centré en su mástil."

Tras aquel encuentro con Hugo, el hermano de Eric, no volvimos a vernos en mucho tiempo. Eric me había escrito un whatsapp diciendo que su hermano le había prohibido juntarse conmigo, hasta tal punto que incluso el hecho de vernos suponía un problema.

Por tanto, cuando nos cruzábamos por los pasillos lo más que podíamos hacer era mirarnos de manera cómplice, pero sin llegar siquiera a tocarnos. De modo que yo había vuelto a ser aquel chico tímido que apenas hablaba con nadie, mientras que Eric volvía...

Pequeño pero pollón. Mi amigo de la infancia.

Nunca fui un niño de ideas claras. Lo que un día me gustaba, al día siguiente no le prestaba atención. Por esto mismo, mis padres no solían hacerme caso cuando les pedía un nuevo juguete que “usaré todos los días”. Lo mismo me pasó cuando llegué a la adolescencia, momento en el que pasé de interesarme por las tías y sus tetas a fijarme en los tíos y sus paquetes. ¿El causante de ello? Eric, mi amigo de la infancia.

Nunca fui un niño de ideas claras. Lo que un día me gustaba, al día siguiente no le prestaba atención. Por esto mismo, mis padres no solían hacerme caso cuando les pedía un nuevo juguete que “usaré todos los días”. Lo mismo me pasó cuando llegué a la adolescencia, momento en el que pasé de interesarme por las tías y sus tetas a fijarme en los tíos y sus paquetes. ¿El causante de ello? Eric, mi amigo de la infancia.

Eric siempre había sido un niño muy echado para adelante, que no tenía nunca reparos en...

F.A. IV: El garaje de la perversión

Nico, Aitor, Diego y Víctor deciden quedar en el garaje para follar. El morbo aumenta por la posibilidad de que alguien les descubra.

Tras contemplar el trío entre Nico, Rubén y Rober, los mayores hicimos lo propio y nos montamos un trío en el que nos follamos los unos a los otros. Acabamos todos con el culo rojo y llenos de lefa. Pero eso es una historia contaré en otro momento, ya que lo que pasó al día siguiente es más importante.

Habíamos quedado con Nico en que follaríamos con él. Los cuatro estábamos deseándolo, pero no estábamos seguros de que fuera a ocurrir, ya que ninguno tendría la casa sola aquel día. De modo que en la p...

F.A VIII: Nico, un festival de centímetros

Rubén y Roberto inician a su amigo Nico en sus aventuras sexuales

Pasaron los días y por fin volvió Nico de la playa. Era un chico de 15 años, rubito y con gafas, que de vez en cuando se juntaba con nosotros. De cara era guapete y de cuerpo la verdad es que estaba bastante bien. No estaba mazado, pero se le marcaban los abdominales lo suficiente. Como era casi de la edad de Rubén y Roberto, era con ellos dos con quienes mejor se llevaba, por lo que fueron ellos dos quienes quisieron introducirle en nuestras aventuras.

Aitor, Diego y yo aceptamos a regañadientes, ya...

F.A VII: Orgía entre los 5 amigos adolescentes

Aitor y Rubén han vuelto de las vacaciones, y los 5 amigos preparan una orgía sin igual. Entra y descubre a cinco chicos adolescentes probando el placer de una orgía por primera vez.

-Hay que hablar con Aitor y Rubén -contesté-. Quiero follaros a todos. Y Diego, no olvides que me debes una follada.

Diego sonrió, se tumbó junto a su hermano y le acarició. Mientras, yo chupaba cada rincón del pequeño.

-Madre mía, acabamos de terminar de follar y yo ya quiero hacerlo de nuevo -les dije.

-Eso tiene fácil solución -respondió Diego-. Vayamos a hablar con Aitor y Rubén.

Rober sonrió y me besó de nuevo. Solo de pensar en la orgía me empalmé de nuevo.

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