El consuelo de mi suegra (3)
Mi suegra no desaparece de mis pensamientos y cuanto más quiero hacerlo, las cosas se me vienen encima irremediablemente y claro, uno no es de piedra.
Al día siguiente traté de pensar en todo lo acontecido, intentando poner cierta racionalidad al asunto, pero eran demasiadas sensaciones para digerirlas sin apenas tiempo, primero por estar metido en un lío del que casi no había podido escapar, como tampoco el hecho de tener a mi suegra en mi cabeza continuamente. Era algo que cuanto más pensaba en hacerla desaparecer de mis pensamientos, poniendo incluso la cara de mi novia en mi mente, volvía otra vez la de su madrastra. Era algo incontrolable. Todo resul...