El caso de las novias robadas (II)
Una simulada noche de bodas se convierte en una brutal violación. La inspectora Mendes empieza a investigar.
IV. De compras
“¡Coño! ¡Ya llevo veinte minutos esperando!” A Laura le extrañaba la tardanza de Jenny, pues solía ser puntual. Estuvo tentada a sacar el móvil del bolso y llamarla, pero decidió esperar diez minutos más. Lo malo era que caía un sol de justicia y en el lugar en el que habían quedado, una céntrica placita de la ciudad, no había ni una sombra. Mientras iba y venía esperándola, su imagen se reflejó en el escaparate de una tienda: había escogido para la ocasión un vestido blanco, cortit...