La ventana indiscreta. 018

Salimos de la piscina cuando el sol empezaba a apagarse. Los cuatro llegamos chorreando a la terraza del porche que ya se había iluminado según la hora programada. Sally y mi madre entraron en casa para coger toallas. Yo estaba sentado en la silla de ruedas y mi abuelo a mi lado.

Capitulo18:

Salimos de la piscina cuando el sol empezaba a apagarse. Los cuatro llegamos chorreando a la terraza del porche que ya se había iluminado según la hora programada. Sally y mi madre entraron en casa para coger toallas. Yo estaba sentado en la silla de ruedas y mi abuelo a mi lado.

— Anda que menudo polvo habéis echado. —me dijo guiñándome un ojo.

— ¿Nos estabais espiando?

— Por supuesto, a Paulita y a mí nos pone muchísimo ver como folláis.

— Sois unos pervertido...

La ventana indiscreta. 020

Después de cenar, Sally empezó a hablar de tratarme con acupuntura y piedras calientes. Mamá y yo nos interesamos y nos explicó que ella podría encargarse de mi rehabilitación sin necesidad de salir de casa. Mi madre miró al abuelo antes de contestar.

Capítulo 20:

Después de cenar, Sally empezó a hablar de tratarme con acupuntura y piedras calientes. Mamá y yo nos interesamos y nos explicó que ella podría encargarse de mi rehabilitación sin necesidad de salir de casa. Mi madre miró al abuelo antes de contestar.

—  Lo único que puedo decir en favor de Sally es que me curó una lumbalgia que me tenía doblado de cintura para abajo. También me ha curado dos esguinces de tobillo en el momento y una tendinitis en el hombro. Es asombroso lo que s...

La ventana indiscreta. 09

La llegada a la nueva casa.

Capítulo 9: La llegada a la nueva casa

Mi abuelo conducía su “Mercedes”, mi madre se había sentado a su lado y yo en la amplia parte trasera. Fuimos derechos a la casa de mi abuelo. Sally, la criada de mi abuelo que se encargaba de toda la casa salió a darnos la bienvenida sujetando una silla de ruedas. Era de lo más corriente pero a mí me pareció muy chula y una vez sentado en ella me puse a recorrer toda la casa impulsándome con las manos. En una de mis vueltas oí a mi madre y al abuelo que pare...

La ventana indiscreta. 017

Dicen que el amor es mágico y yo añadiría también que es milagroso.

Capítulo 17: Dicen que el amor es mágico y yo añadiría también que es milagroso.

Me desperté al oír que mi abuelo maldecía.

— ¿Qué te pasa abuelo? —le pregunté

— Que me ha dado un tirón en la parte interna del muslo y me está doliendo mucho ¡joder!

— ¿Qué te pasa papá? —preguntó mi madre preocupada.

— Le ha dado un tirón. —le expliqué.

— Pues eso es jodido, espera que te doy un masaje. —se ofreció mi madre.

— Gracias hija pero es mejor que lo haga Sally, ella sab...

La ventana indiscreta. 025

Mi abuelo conocía un buen restaurante no muy lejos de la urbaniza-ción y hacia allí conduje su impresionante “Mercedes”, al llegar nos abrió la puerta un aparcacoches, le entregué las llaves y el me dio un llavero con una ficha.

Capítulo 25:

Mi abuelo conocía un buen restaurante no muy lejos de la urbanización y hacia allí conduje su impresionante “Mercedes”, al llegar nos abrió la puerta un aparcacoches, le entregué las llaves y el me dio un llavero con una ficha.

Entramos en el restaurante, el “Metre” nos acompañó hasta la terraza, allí mi abuelo se encontró con algunos conocidos a los que saludó y me presentó: dos banqueros y dos presidentes de compañías eléctricas. Tras los saludos nos sentamos en nuestra mesa,...

La ventana indiscreta. 010

Primer día de rehabilitación en el hospital

Capítulo 10:El primer día de rehabilitación en el hospital.

Mamá me llevó al hospital en la furgoneta que mi abuelo había alquilado como le aconsejé (pensaba en comprar una). Era mi primer día de rehabilitación y me sentía un poco nervioso.

No dejaban entrar a los acompañantes así que me despedí de mi madre en la puerta de entrada. Ella me dijo que se iba a la cafetería mientras tanto. Me quedé un poco mirándole el culo mientras se alejaba y luego  entré en el pabellón de rehabilitació...

La ventana indiscreta. 06

Continúan las aventuras en el hospital

Capítulo 6:Continúan las aventuras en el hospital:

Ana, la enfermera gitana volvió al día siguiente para mis ejercicios. Me saludó con un simple ¡hola! Sin sonrisas. Todo el camino hasta llegar a la sala de rehabilitación lo hizo en silencio, allí intenté hablar con ella sabiendo que daría comienzo a un sinfín de insinuaciones, todas humillantes para mí, pero quería correr el riesgo.

— Creí que hoy no vendrías a buscarme.

— No me queda más remedio, soy tu fisioterapeuta. —contest...

La ventana indiscreta. 019

Sally y yo empezamos a caminar y al poco tiempo noté que podía ha-cerlo con un poco más de soltura y enseguida lo achaqué a la confian-za que me daba ella caminando agarrada a mí, me agaché oliéndola la cabeza y se la besé, ella me miró sonriendo.

Capítulo 19:

Sally y yo empezamos a caminar y al poco tiempo noté que podía hacerlo con un poco más de soltura y enseguida lo achaqué a la confianza que me daba ella caminando agarrada a mí, me agaché oliéndola la cabeza y se la besé, ella me miró sonriendo.

— Me encanta como hueles, te comería aquí mismo. —le dije.

— Seguro que sí. —dijo ella riendo y seguimos caminando.

Estábamos muy cerca del parque infantil. Las luces de un coche nos hicieron subirnos a la acera para apartarn...

El demonio de mi hijo

Una mujer que no se ha casado por amor termina por volverse fría e indiferente con su marido a la vez que muy exigente a los ojos de su hijo pero éste logrará cambiarla.

Primer relato tras mi vuelta. Quizá os parezca un poco largo pero creo que merece la pena leerlo, os hará pasar un buen rato.

El demonio de mi hijo

Jaypaka

Una mujer que no se ha casado por amor termina por volverse fría e indiferente con su marido a la vez que muy exigente a los ojos de su hijo pero éste logrará cambiarla.

Nací en el seno de una familia humilde de clase trabajadora y aunque fui hija única ya desde muy pequeña tuve que esforzarme para conseguir lo que querí...

¡He vuelto!

Aclaraciones y agradecimientos

Tras una prolongada pausa debida a complicaciones graves de salud ¡Aquí estoy de nuevo! No diré con renovadas fuerzas pues eso es precisamente de lo que carezco; pero el caso es que puedo volver a escribir mis relatos.

Dándome una vuelta por mi cuenta he observado que mi relato “Elixir de juventud” ha alcanzado unas cotas de lectura que ni yo mismo me esperaba. Primero porque alguien insinuó  que era una plagio, qué más da que entonces fuera “Santasusan” luego “Akron” y más tarde “Jaypaka”. Segundo po...