La ventana indiscreta. 012

Mi madre me llevó de nuevo a la rehabilitación. Me dejó frente a la puerta de entrada al pabellón y se fue a la cafetería, me quedé observándola como siempre hago y vi que algunos hombres hacían gestos obscenos a su espalda. Sentí asco y di media vuelta. Nada más entrar en el pabellón la jefa de Ana se me acercó sonriendo, cosa que ya me esperaba.

Capítulo 12:

Mi madre me llevó de nuevo a la rehabilitación. Me dejó frente a la puerta de entrada al pabellón y se fue a la cafetería, me quedé observándola como siempre hago y vi que algunos hombres hacían gestos obscenos a su espalda. Sentí asco y di media vuelta. Nada más entrar en el pabellón la jefa de Ana se me acercó sonriendo, cosa que ya me esperaba.

Cuando me metí dentro del tanque había dos pacientes más con sus respectivas fisioterapeutas, pero para la vieja fue como si no exist...

La ventana indiscreta. 03

Aventuras de Pablo en el hospital.

Capítulo 3: En el hospital

De repente abrí los ojos ¿Cuánto tiempo habrá pasado? Pensé porque la claridad era mayor, la vista la tenía borrosa pero se aclaró enseguida permitiéndome ver lo que parecía una ventana. Parpadeé varias veces y al fijarme vi de nuevo la misma ventana.

— ¡Eh! Me alegro que hayas vuelto —dice alguien de repente y asomó su cara ante mis ojos.

— ¿Eres un ángel o producto de mi imaginación?

— Ni una cosa ni la otra —contesta riendo— soy enfermera y me llamo...

La ventana indiscreta. 023

En este segundo año, a mediados de curso mi cuerpo comenzó a ex-perimentar grandes cambios producto de tantas horas de natación, alternada con entrenamientos y partidos de waterpolo.

Capítulo 23:

En este segundo año, a mediados de curso mi cuerpo comenzó a experimentar grandes cambios producto de tantas horas de natación, alternada con entrenamientos y partidos de waterpolo. Iba camino de cumplir los 20 años, medía 1,96 de alto y pesaba 85 kilos de puro musculo. Tuve que comprarme toda la ropa nueva, hasta los calzoncillos porque también “ahí” tuve cambios.

En la universidad se hablaba porque pertenecía al equipo de waterpolo, a nadie se le ocurriría llamarme mariquita,...

La ventana indiscreta. 01

El macho o hembra alfa es el individuo en la comunidad a quien los otros siguen. El estatus del alfa generalmente lo consigue mediante proezas físicas.

Antes que nada me gustaría aclarar unas pequeñas cosas:

En abril del 2013 escribí "He vuelto" una nota aclaratoria sobre mis silencios sin publicar. Pues bien, como si fuera un presentimiento, en agosto del 2014 he sufrido un segundo infarto que por fostuna no me ha quitado de enmedio. Me he quedado bastante tocado despues de eso, pero no tanto como parar no proseguir con esta pasión que tengo: ¡Escribir! Publicar los relatos y que me lean y comenten.

Agradezco enormemente los correos que me han...

La ventana indiscreta. 014

Llegamos por fin a casa. Mamá me ayudó a sentarme sobre la silla de ruedas sin decir una sola palabra y la empujó dirigiéndose a la terraza. Hacía un calor del demonio para ser el mes de Junio, el sol picaba como en Agosto.

Capítulo 14: La historia de Sally:

Llegamos por fin a casa. Mamá me ayudó a sentarme sobre la silla de ruedas sin decir una sola palabra y la empujó dirigiéndose a la terraza. Hacía un calor del demonio para ser el mes de Junio, el sol picaba como en Agosto.

Sally salió a recibirnos pero sin salir de la sombra protectora de la terraza y se hizo cargo de mí mientras mi madre entraba en la casa, supongo que iba a lavarse y a buscarme ropa más cómoda para que estuviera “fresquito”. Regresó al po...

La ventana indiscreta. 07

Nuevas aventuras de Pablo.

Capítulo 7:

Los sábados como no había rehabilitación se me estaba haciendo eterno, al mirar el reloj de la pared y ver que sólo eran las once de la mañana se acrecentó aún más mi aburrimiento. Mamá y el abuelo estaban a lo suyo, él leyendo unos informes y ella las revistas del corazón.

Se abrió la puerta de la habitación y Ana asomó la cabeza. Pidió permiso antes de entrar y le dije que adelante. Me preguntó qué tal estaba con una gran sonrisa. Casi no la pude contestar de tan deprisa que me...

La ventana indiscreta. 04

Continuan las aventuras de Pablo en el hospital.

Capítulo 4: Aventuras en el hospital

El abuelo entró en la habitación a eso de las ocho de la tarde, mi madre se puso de pie al verle con la cara tan seria pero él le quitó importancia disculpándose por no poder haber venido antes, yo le dije que no se preocupara porque mi madre me había cuidado.

Mi abuelo rodeó la cama para besarme en la cara como siempre, beso que yo le devolví. Entonces me entregó un libro que me había comprado para que me entretuviera, trataba sobre psicología, se lo agr...

La ventana indiscreta. 016

Alguien me despertó dándome un suave beso en los labios, me imagi-né que era Sally y la abracé atrayéndola hasta que cayó encima de mí. Abrí los ojos y vi que no me había equivocado.

Capítulo 16:

Alguien me despertó dándome un suave beso en los labios, me imaginé que era Sally y la abracé atrayéndola hasta que cayó encima de mí. Abrí los ojos y vi que no me había equivocado.

— Buenos días dormilón, es hora de levantarse. —me dijo y empezó a erguirse, la retuve sujetando su cabeza con mis manos y volví a besarla. No se movió, más bien se dejó besar así que la besé de nuevo apretando más mis labios contra los de ella, entonces sí me correspondió, besándome una y otra vez ha...

La ventana indiscreta. 015

A medida que nos acercábamos al porche vi que el abuelo y Sally es-taban sentados hablando. Justo cuando mi madre entraba en el por-che se levantó el abuelo y entró en la casa.

Capítulo 15: Mamá y yo pedimos perdón y Sally me da una lección que jamás olvidaré.

A medida que nos acercábamos al porche vi que el abuelo y Sally estaban sentados hablando. Justo cuando mi madre entraba en el poche se levantó el abuelo y entró en la casa.

— ¡Espera papá por favor! Tenemos que hablar. —dijo mi madre y al poco apareció el abuelo, muy serio y se sentó de nuevo junto a Sally. La primera en hablar fue mi madre arrodillándose frente a ellos.

— Papá, Sally, quiero pediros pe...

La ventana indiscreta. 021

El día siguiente amaneció igual que siempre y poco a poco, a medida que avanzaba el día se fue convirtiendo en precioso día caluroso y so-leado. Nada hacía pensar en que una tragedia iba a producirse mien-tras desayunábamos. La noche anterior la habíamos pasado cada pa-reja en su habitación, dedicándose los pertinentes mimos y cariños.

Capítulo 21: El atentado.

El día siguiente amaneció igual que siempre y poco a poco, a medida que avanzaba el día se fue convirtiendo en precioso día caluroso y soleado. Nada hacía pensar en que una tragedia iba a producirse mientras desayunábamos. La noche anterior la habíamos pasado cada pareja en su habitación, dedicándose los pertinentes mimos y cariños.

Entre el abuelo y yo preparamos lo necesario para el desayuno, mi madre se ocupaba del café y Sally de las tostadas. Empezamos a desayu...