La tentación se llama Pam

La escultural Paloma tiene una espinita clavada con Jorge, el único de la pandilla a quien no se ha tirado, y urde un plan para seducirle y que olvide a su prometida Silvia.

Hola, me llamo Paloma, pero todos mis amigos me llaman Pam. No quiero dármelas de creída, pero esto se debe a mi parecido con Pamela Anderson. Soy bastante parecida a ella, pero yo no he tenido que recurrir al quirófano para ello. Soy rubia natural, mis hinchados labios no han sido retocados, mi cuerpo ni siquiera ha tenido que pasar por el gimnasio y mis enormes pechos han crecido solos. Como siempre he tenido tanto éxito con los hombres tengo todo lo que quiero y puedo elegir amante con toda la faci...

Mi despertar en el metro

Ruth, al salir del trabajo, se duerme y al despertar, 3 chicos la tienen medio desnuda y recibe una sesión de sexo increíble

Hace unos días estaba muy cansada porque llevaba varios días sin poder dormir y terminando unos trabajos retrasados muy importantes para mi ascenso. Fueron días frenéticos, pero cuando acabé me quedé muy relajada y tranquila. Me llamo Ruth, por cierto, tengo 39 años y he conseguido el ascenso. Pero lo que voy a contar fue lo que me sucedió el día que entregué el material. Iba a regresar a casa, satisfecha por el trabajo cumplido, para celebrarlo con mi marido y mis dos hijos. No me atreví a coger el c...

El don de Carlos

Carlos me comenta que tiene el don de satisfacer a las mujeres insatisfechas y cumplirá cuando mi novio se va.

Hola, me llamo Rebeca y tengo 32 años. Estoy prometida y me caso con Raúl dentro de unas semanas. Esto que cuento me sucedió hace muy poco y no sé cómo ocurrió, fue cuando él estaba escayolado. Como no podía bailar, me sacó a bailar Carlos, uno de sus mejores amigos. Todo iba bien hasta que noté que se había empalmado. Yo estoy buena, pero no estoy acostumbrada a "levantar" pasiones. Además, vestía de lo más recatado con una falda negra con una abertura en el muslo y una camisa bajo la cual tenía otra...

La vecina de enfrente

Me follé a Araceli, mi madurita vecina que me traía loco, después de un trabajo con su podadera.

Me llamo Chema y tengo 18 años. Este verano me sucedió algo increíble en la playa. He de decir que soy muy tímido y que hasta entonces no había tenido relaciones con ninguna chica. No es que sea feo, pero tampoco soy muy guapo y me cuesta mucho acercarme a las chicas, sobre todo si me gustan. Soy bastante alto, pero no tengo un cuerpo de atleta precisamente. No llamo mucho la atención y me mato a pajas.

Pues bien, en verano mis pajas tenían una protagonista: la vecina de enfrente, Araceli. Supon...

Cómo gozar de la hermana de su esposa

Luis, al ver a Sofía, la hermana de Laura, su mujer, desea tirársela. La suerte se ponde de su lado cuando ya parece imposible.

Luis llegó a casa tarde, por lo que esperaba una bronca de su mujer, Laura. De nuevo volvería a escuchar las quejas de que no le hacía caso y no la quería como antes. La verdad es que estaba muy ocupado con los viajes, pero él era comercial, no podía hacer nada. Además la quería mucho. Que tuviera muchos rollos no quería decir lo contrario. Él no tenía la culpa de resultar tan atractivo para las mujeres. A sus 35 años estaba en el mejor momento de su vida: sin problemas económicos, estabilidad matrimo...

Mi gorda Lola

Sergio se calienta en la disco viendo a su novia follar con otra y la gorda Lola le sirve para desfogarse.

Me llamo Sergio y tengo 26 años. Soy bastante alto, algo delgado y soy muy guapo, sobre todo gracias a mis ojos verdes y mis labios carnosos. Gusto mucho a las mujeres y no me falta nunca una novia que no me dura demasiado. Follo cuando quiero y como quiero y casi siempre establezco una relación en la que yo domino sobre ellas. Hasta que conocí a Ana, una gogó en una discoteca a la que voy a menudo. Ella es espectacular y quita el sentido: morena de pelo largo, ojos negros, mirada de tigresa, cuerpazo...

Concha abre su concha

Concha, influida por todorelatos.com, abre su mente (y otras cosas) a nuevas experiencias y elige a los amigos de su hijo.

Me llamo Concha y soy una mujer casada de 54 años. Llevo casada 22 años y tengo un hijo de 16. Trabajo y llevo la casa sin ayudas. Debo decir que soy muy tradicional y que en todos mis años de matrimonio le he sido fiel a mi esposo. Hasta que descubrí esta web de Todorelatos.com se puede decir que no fantaseé con ningún hombre. En el trabajo aprendí a navegar en internet y en casa descubrí que mi hijo la tenía como página de inicio. Al principio me escandalicé al ver los tipos de relatos que había, pe...

Esclavos de Lucía (II)

Juan e Irene siguen obedeciendo a Lucía, que intensifica sus peticiones sexuales.

Cuando ya creía que nada podía sorprenderme, Lucía siguió con el juego. Sus órdenes las cumplíamos sin rechistar. La tarde había sido fuerte, pero no iba a ser nada comparado con lo que nos esperaba por la noche. Tanto Irene como yo estábamos muy excitados y Lucía se aprovechaba de ello:

Anda, vístete, que salimos de copas. Ya eran casi las ocho de la tarde. Antes de salir, Lucía le levantó la minifalda a mi esposa para que viera que ya no llevaba bragas. Fuimos en metro hasta el centro. Irene hi...

Esclavos de Lucía (I)

Lucía, una amiga de Irene, esposa de Juan, se convierte en la "directora" de operaciones sexuales de la pareja.

Me llamo Juan y tengo 32 años. Estoy casado con Irene desde hace 6 años. Ella ahora tiene 29 años. Yo soy un tipo normalito, la verdad, supongo que la gente debe de extrañarse cuando se entera que Irene es mi esposa, pues la verdad es que ella es una mujer que quita el sentido: castaña de melena rizada, una cara preciosa donde resaltan sus voluminosos labios y su expresión de niña buena. Y si es así de cara, de cuerpo está todavía mejor: es de mi estatura, tiene un tipo envidiable, un culo imponente y...

Mi mujer se lo hizo con un negro

Dejé que mi mujer follara con un negro mientras yo veía todo y ayudaba incluso a esa relación.

Después de mi lío con María me sentía muy culpable respecto a Nuria, que no sospechó nada en parte porque mi trato entre María y yo siguió igual de distante que siempre, parecía imposible que hubiera habido algo entre nosotros. Esa incómoda situación por suerte se solucionó cuando nos marchamos de vacaciones al Caribe.

Aunque nada parecía haber cambiado en nuestras relaciones sexuales, yo estaba algo confundido, por lo que mi fogosidad había decaído algo. No podía evitar pensar en María, supongo...