Todo queda en familia
Las casualidades existen
Hacia casi un año y medio que mis padres se habían separado, para un chico de 16 años había sido como tsunami en su vida, poco a poco lo iba asumiendo, pero cuando llegaban las fechas señaladas como en este caso Navidad y Fin de Año, me inundaba la tristeza.
Me faltaban 4 meses para cumplir los 18 años (la mayoría de edad), le prometí a mi madre que la Noche Buena la pasaría con ella y con mi abuela, pues según ella tendríamos un invitado especial esa noche, la pregunta era ¿Quién sería el invita...