Cuando la rutina nos alcanza
Yo me dejaba hacer, mientras observaba atentamente, las manos de Paco, y oía los gemidos de Charo; ni siquiera me percate, que yo misma estaba gimiendo.
___Cuando la rutina nos alcanza_____
La rutina, se había acercado a nuestras vidas, después de veinticinco años de matrimonio, todo se volvió rutinario, nuestros juegos sexuales se habían vuelto, de pronto sosos y aburridos, por lo que Manuel (mi marido), no hacía mas que preguntarme, si me gustaría un cambio de parejas, que quizás eso le diera vidilla a nuestra vida sexual.
Yo no quería, no quería compartirlo con nadie, creo que estaba un poco insegura y pensé que quizás, pudiera...