Cambio
Mi marido murió, alguien me enseña las cosas que a él le agradaban. Nota del autor: las relaciones sadomaso son light.
Después de diez años de feliz matrimonio, habíamos llegado a un cierto punto de conformidad, seguramente por mi causa, pues nunca acabé de decidirme a realizar todas las variantes que mi marido proponía, tal vez por la educación recibida, tal vez por miedo. Lo cierto es que, cada vez que volvía de sus frecuentes viajes de trabajo, al fin y al cabo debía recorrer la región con asiduidad, la escena se repetía.
–¡Nora! ¡He llegado! –decía al abrir la puerta.
–¡Juan, estoy aquí, en la cocina! –l...