Una hermana para dos (II)
El juego continua, y todos estan cada vez más calientes.
Teníamos que ir a comprar. En realidad debimos de ir el primer día, pero con todo esto que estaba sucediendo, se nos pasaba. Ya no podíamos esperar más. Fuimos los tres a un supermercado cercano. Íbamos vestidos de deporte. Por comodidad, pero también para que Patricia no llamara mucho la atención, pues vestía una camiseta sin nada y unos pantalones de deporte. No llevaba nada debajo. Los pantalones eran muy cortos. Si hubiera tenido pelos, es posible que le hubieran asomado por los extremos. ...