Mi vecina Francesa 4

Esta vez desvirgo bajo el agua a Guisellita, la prima de Solange, una escultural nenita que endurece mi verga hasta límites que ni yo conocía...

¿Qué debo hacer?, me preguntó con cara de inocencia.

Sí, ya la tenía en mis manos a esa nenita preciosa, su escultural cuerpo contradecía la carita de dulce niña que tenía Guisella, quien a su edad y con esas nalgas y tetas, ya habría sido capaz de volver loco a más de algún chiquillo de su escuela.

Yo no estaba dispuesto a dejar pasar la situación, por lo que rápidamente cogí su mano y la puse en mi verga que se encontraba durísima producto de la excitación que me proporcionó haber estado...

Mi vecina Francesa 3

Solange me lleva a la casa de sus tíos, donde conozco a su primita Guisella, una nena hermosa hija de su tío francés y su tía brasileña...

Efectivamente, su madre estaba preciosa, lástima que por esos días saliera de vacaciones con su padre a Francia, dejando a Solange en casa de sus tíos.

Para mi por una parte fue una lástima, porque por un momento me entraron las ganas de cogerme a su madre, ya que se le veía exuberante, sin embargo, fue excelente que dejen sola a Solange, ya que, aún estando en casa de sus tíos, podía escaparse de vez en cuando para tener un sin fin de sesiones amatorias y desenfrenadas conmigo, llegando inclusi...

Mi vecina Francesa 2

Había desvirgado placenteramente a mi vecinita francesa, quedándome con su calzoncito rosado como señal de triunfo

Había sido un día genial, tenía en mis manos mi trofeo, su calzoncito rosado dejado quizás intencionalmente por Solange, quién a su escasa edad había gozado siendo desvirgada por mi agradecido pene.

No salía aún de mi asombro, me había tirado a esa ricura de nenita y lo que es mejor, la había desvirgado. Es verdad que formé un plan para comérmela, pero lo más probable es que ella haya ideado un plan más rápido para poder ser desvirgada por su vecino solitario.

Pasaron los días y no pude agu...

Mi vecina Francesa

Un relato publicado por este autor hace cuatro años atrás, corregido y aumentado. Se llamaba solange, una jovencita que me entrega su virginidad disfrutando sin cesar

Se llamaba Solange, tenía unos ojos celestes preciosos, toda una bella jovencita. Yo, su vecino del departamento de al lado.

Sucede pues que, por ese tiempo, yo estaba recién separado de mi esposa, quién después del divorcio salió de la ciudad dejándome en el departamento que adquirimos recién casados, hace ya dos años atrás.

Como siempre, con la rutina laboral, que me impedía tener vida social con mis demás vecinos del edificio, mi vida transcurría monótonamente y sin novedad alguna.

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La fiscal y su asistente son folladas en prisión 2

Las monumentales nenas, ahora son folladas por los policías para conseguir la evidencia

Recomendable leer "la fiscal y su asistente son folladas en prisión"

Así, a medio vestir y con las cabelleras revoloteadas, las chicas son acompañadas por los policías, quiénes ya las miran con otro tipo de ojos, los de la lujuria

En efecto, los policías realmente se habían armado ante la orgía desplegada ante sus ojos. Obviamente, al encontrarse amarrados, mayor había sido su desesperación por participar en el festín o simplemente masturbarse.

  • Se siente bien Srta. Fiscal – Pregunt...

Mi primita utiliza mi bicicleta estacionaria

Historia de cómo una simple bicicleta estacionaria desencadena la primera vez de mi primita priscila, a quien tuve el gusto de inaugurarle todos sus agujeros.

Empezaré diciendo que vivo solo en mi departamento, a partir de la fecha en que me divorcié, por malos entendidos con mi esposa. Sucede pues que, entre nuestras compras realizadas en el matrimonio, adquirimos una bicicleta estacionaria bastante útil para nuestros ejercicios diarios. Aquella se encontraba completamente equipada y realmente nos había costado una fortuna. Pero valía la pena para conservar la estética de nuestros cuerpos.

Sucede que en la repartición de las cosas que quedaban para c...

Mi alumna de colitas (3)

Parte final de la historia, esta vez la nena recibe por todos sus agujeros, gimiendo descontroladamente aún cuando su madre se encontraba en casa...

Había sido genial, un polvazo con una preciosa muñequita, deseosa de sexo. La nena rápidamente corrió hacia arriba, donde se ubicaba su cuarto, subiendo las escaleras cadenciosamente, mirándome con carita inocente y a la vez mordiéndose un dedo, diciéndome:

¿quieres o no ducharte conmigo?

Ante tal panorama, se me nubló todo, y no hice más que coger mi ropa y correr a su lado, también totalmente desnudo, persiguiéndola como si se tratase de dos niños jugando a las atrapadas.

Entram...

Mi alumna de colitas (2)

Esta vez, mi alumnita preciosa se sirve como plato de fondo, en una sesión de placer en la casa de sus padres.

Alejandra inicia sesión

¿Hola profesor, está ocupado?

Hola Alejandra, estoy aquí, trabajando como siempre.

¿Y a qué hora es su refrigerio?

Bueno, depende, a veces salgo a la 1pm, a veces a las 2pm, ¿por que?

Bueno, quería invitarlo a almorzar a mi casa, ya que mis padres han viajado y me han dejado sola y de verdad que me da mucha pena almorzar sola.

¿Y por qué a mi y no a alguna de sus amigas?

Bueno, es que de paso quería disculparme por lo de la conversa...

El paseo de promoción de dos adolescentes (4)

Parte final de la serie, la que culmino ahora, disculpándome por el retraso con los lectores que gustaron de esta serie. Xiomara es penetrada por todos sus agujeros...

Xiomara, quién también ha alcanzado el primer orgasmo de su vida, mira la escena con mirada lasciva, como pidiendo marcha sobre ella. Los muchachos se dan cuenta de ello y se disponen a estrenar a la nena.

Esperen, yo hice que alcance el primer orgasmo, dice Luis, con mis geniales lamidas, así que me corresponde estrenar esa conchita depiladita.

Sí, pero yo le produje excitación al penetrar a Almendra por ese culito tan apretadito, así que a mi me corresponde estrenar ese culito tan...

Mi alumna de colitas

Mi alumna me excita por el msn, y hace que me empalme tanto que me hace perder los papeles...

Se llamaba Alejandra, era propietaria de unos generosos pechos que se dejaban entrever debajo de unos polos semitransparentes que usaba cada vez que llegaba a mis clases. Con un par de preciosas colitas, se veía hermosa. Usaba por falda la asignada por el colegio, pero más subida de lo normal, aprovechando que era promoción y que ya no les llamaban la atención.

Cada vez que yo dictaba clases, se sentaba en primera fila y de manera insinuante arqueaba su cuerpo para adelante con lo que me permitía...