Carta a J. (Carta 09)

Has vuelto a mí como te marchaste...sigilosamente, como si desde la última vez que nos vimos no hubieran pasado semanas, meses...

Has vuelto a mí como te marchaste...sigilosamente, como si desde la última vez que nos vimos no hubieran pasado semanas, meses..... Sé que las cosas han cambiado mucho desde entonces, que esto no va a volver a ser como antes, quieres más, que siendo lo que ya soy, lo asuma sin protestas, sin quejas...que acepte de una vez que soy tuya, total y completamente tuya, para lo que tú quieras, como tú quieras...

Quieres de mí lo que solo yo puedo darte, todo lo que hasta ahora te he dado. Dices que tu...

Carta a J. (Carta 08)

Tu perversidad de anoche, aunque calculada, fué exquisita y tremendamente cautivadora...

Tu perversidad de anoche, aunque calculada, fué exquisita y tremendamente cautivadora....Tras semanas de silencio, sin recibir ninguna noticia tuya, semanas en las que por un lado has tenido mucho trabajo y por otro te has ido retirando de mí, alejándote para ver si esto se enfriaba y dejábamos de pensarnos, anoche te atreviste a marcar mi teléfono...

Me llamaste con la certeza de que ibas a encontrarte con el teléfono desconectado, teniendo así la oportunidad de dejar un mensaje en el que hubie...

Carta a J. (Carta 07)

Aún después de haberme prometido a mí misma una y mil veces que no volvería a hacerlo, que intentaría por todos los medios no volver a pensarte o a desearte, ayer, en la playa, me volví a dejar llevar por mis propios pensamientos...

Aún después de haberme prometido a mí misma una y mil veces que no volvería a hacerlo, que intentaría por todos los medios no volver a pensarte o a desearte, ayer, en la playa, me volví a dejar llevar por mis propios pensamientos, por mi poca fuerza de voluntad para olvidarte y no dejé de pensarte y de imaginarte todo el día junto a mí.

Llegaste sigiloso, entre nubes mañaneras, ocultándote entre ellas, sólo dejando escapar algunos abrazos en forma de rayos de sol, directos, muy directos a mi pie...

Carta a J. (Carta 06)

Madre mía, no sabes como te extraño, a tí y a todo lo nuestro. Extraño tus provocaciones. Esa manera tuya de hablarme, buscando siempre avasallarme, ponerme en apuros con las contestaciones a tus preguntas.

Madre mía, no sabes como te extraño, a tí y a todo lo nuestro. Extraño tus provocaciones. Esa manera tuya de hablarme, buscando siempre avasallarme, ponerme en apuros con las contestaciones a tus preguntas. Aprovechando que tú si podías hablar y sabiendo que yo no podía hacerlo, que no estaba sola en mi despacho, aún así, insistiendo en que te dijera el color de mi ropa interior, te dijera si el oírte me había excitado, si se habían empezado a mojar mis bragas...

Extraño tu voz. Esa voz tan sen...

Carta a J. (Carta 04)

Hoy he entendido eso que llaman "síndrome postvacacional", ya ves, yo que me reía del de los demás...pero he estado toda la mañana sólo moviendo los papeles de un lado a otro de la mesa...

Hoy he entendido eso que llaman "síndrome postvacacional", ya ves, yo que me reía del de los demás...pero he estado toda la mañana sólo moviendo los papeles de un lado a otro de la mesa...

Además de "montañas" de carpetas sobre la mesa de mi despacho, esta mañana cuando he llegado, me he encontrado una nueva reestructuración en la empresa, muchos cambios, un nuevo organigrama casi sin sentido, una carta del Subdirector General y en mi correo, muchas felicitaciones de compañeros que han visto pub...

Carta a J. (Carta 05)

Siento el deseo de poder verte esta noche y compartirla contigo. Estoy sola en mi habitación, en la cama que he deshecho una y mil veces abandonada al placer de pensarte...

Siento el deseo de poder verte esta noche y compartirla contigo. Estoy sola en mi habitación, en la cama que he deshecho una y mil veces abandonada al placer de pensarte.

Después de ducharme tras llegar de la oficina, ya ves que ilusa, me he puesto el conjunto de ropa interior de color cereza que compré para tí y que no me importó dejar que se mojara cuando aquella noche, en Águila R, me arrodillé junto a la bañera para enjabonarte mientras permanecías en ella sumergido, muy pendiente del efecto...

Al final del pasillo

En ningún momento imaginó lo que le esperaba al final de aquel pasillo...

Ni la intensa lluvia que caía desde hacía horas le libró de recibir un último aviso de trabajo por ese día en su buscador. Estaba cansado, la jornada había sido agotadora y solo deseaba terminar para marcharse a casa y tomarse unas cervezas frente al televisor contemplando el partido de fútbol tan esperado de la temporada. Mientras conducía sacó un cigarrillo de hierba que llevaba en el bolsillo de su camisa y lo fumó despacio, dando profundas caladas.

Tuvo que sacar el callejero de la guantera d...

Carta a J. (Carta 03)

Esta serie de cartas narran las experiencias y sensaciones, desde sus inicios, de una sumisa, en forma de diario que ella misma escribe a su Señor.

Solo había dos cosas que te harían parar... una de ellas, que yo dijera "detente".... de verdad crees que lo hubiera dicho? que hubiera renunciado a seguir sintiendo cuantas cosas sentía? que iba a dejar pasar la oportunidad de experimentar contigo cuantas fantasías teníamos los dos?

Solo recordarlo hace que mis vellos se ericen como lo hicieron cuando en la cervecería me susurrabas y me respirabas junto al oído, mientras me acariciabas la cintura y metías tu mano por la cinturilla de mi falda b...

Carta a J. (Carta 02)

Esta serie de cartas narran las experiencias y sensaciones, desde sus inicios, de una sumisa, en forma de diario que ella misma escribe a su Señor.

Después de llegar a casa, tras una noche que ni te cuento... y un día que ni te imaginas.... el cansancio me ha vencido, las fuerzas se me han acabado y no he tenido más remedio que acostarme a descansar. No me ha dado tiempo a pensar en nada, solo a cerrar los ojos. Pero eso no ha quitado que cuando me he despertado, aún en mi cama y contando ya las escasas horas que me quedan para "estar oficialmente de vacaciones", si lo haya hecho.

Y lo siento, pero te he vuelto a pensar con mi coño. Esta ve...

La Playa

Dos amantes, una playa, la luna...

Fue sublime, dulce, bello… me sentí tan llena de ti que lloré de alegría, de saberme viva y deseada.

Me abrazaste algo sorprendido por mi reacción. Atrapaste entre tus manos mi cara agarrándome por las mejillas y mientras me besabas la frente, tus pulgares recorrían la comisura de mis labios, suavemente, como allanando el camino que mas tarde recorrerían tus besos.

Recuerdo que temblaba. Ese temblor propio del frío de la noche en mi cuerpo mojado, y el de sentir aún entre mis muslos, dentro...