Los zapatos de Roxana
Un matrimonio muy particular. El juego de seducción de Roxana excita a su marido sin importar las consecuencias.
En la plaza comercial, llena de gente en aquella tarde de sábado, la soberbia belleza de Roxana no podía pasar desapercibida. Rubia y bonita, con 30 años muy bien vividos, ella sabía todo lo necesario para causar sensación donde quiera que se apareciese. A su lado, José disfrutaba la admiración que su mujer causaba en todos los hombres, e incluso en algunas mujeres también. A diferencia de otros, José animaba a su esposa a lucir su belleza en todo momento, usando breves minifaldas que dejaban mostrar...