La casa de Los González

La casa sola. Una oportunidad para conocer los secretos de Don César, aunque pueda terminar siendo yo mismo un secreto más.

LA CASA DE LOS GONZALEZ

Los González eran una familia típica de clase media alta, de esas que se pueden permitir tomar sus vacaciones anuales en alguna linda playa, que mandan a sus hijos a los colegios de paga, porque así debe ser y para que puedan rozarse con quienes realmente importan y que obligatoriamente asisten a misa los domingos, más por intimar con los de su clase que por verdadera convicción religiosa, porque por supuesto se cuidan mucho del famoso "que dirán".

No es que tenga n...

Prostituyendo a mi cuñado

Odiaba a mi cuñado lo suficiente como para hacerle cualquier cosa. Incluso prostituirlo.

PROSTITUYENDO A MI CUÑADO

La mayor alegría de mis padres fue el nacimiento de Cecilia. Después de cuatro hijos varones, y cuando ya mi madre estaba prácticamente convencida de que la ansiada niña nunca llegaría, la noticia de su embarazo, a sus ya casi 40 años, tomó a todos por sorpresa. Una muy agradable sorpresa que culminó con el festejado nacimiento de mi única hermana.

Sobra decir lo mimada y consentida que fue Cecy durante toda su niñez, y no solamente por mis padres, sino también por...

Mi amigo Daniel

En la convención de banqueros, la innegable atracción por Daniel me haría ser capaz de cualquier cosa. Mas de las que imaginaba.

MI AMIGO DANIEL

Dicen que no todo lo que brilla es oro, pero quien quiera que haya dicho eso no conoce a mi amigo Daniel.

O tal vez era que yo podía ver en él algo que casi nadie más advertía. Como fuera, para mí, la primera vez que lo vi, fue exactamente como si brillara, igual que el oro, en medio de una multitud que a su lado parecía no existir.

Los oscuros y severos trajes que parecían sumir a la treintena de hombres en aquella convención de banqueros en una masa homogénea de leg...

El accidente de papá

Los placeres del incesto o cómo aprovecharse de un padre sedado.

EL ACCIDENTE DE PAPA

No es que tuviera un sexto sentido, ni nada que se le parezca, pero de algún modo extraño percibí que esa llamada no era una buena noticia. A lo mejor todo se debía al pesado día de trabajo, o a que últimamente no conciliaba bien el sueño. La cosa es que el repentino repiqueteo del teléfono me hizo saltar de la silla y un nudo de aprensión pareció apretarme la tripa.

Que pasa? – pregunté al escuchar la alterada voz de mi mamá.

Es tu papá – dijo ella – tropezó co...

El Carrusel

Desnudo en el parque de diversiones, ni su mejor amigo pudo impedir que terminara siendo la diversión de aquellos dos hombres.

EL CARRUSEL

Saltaron la verja y corrieron agachados tratando de no ser descubiertos. No se detuvieron hasta que vieron las infantiles y conocidas figuras del carrusel, donde uno de ellos comenzó de pronto a quitarse la ropa.

No deberías desnudarte aquí – dijo Memo alarmado.

Y qué importa!, quién carajo puede vernos a estas horas? – contestó Sergio quitándose ya los pantalones.

Memo miró el parque de diversiones poblado de sombras y oscuros rincones. Era casi aterrador, tan d...

Coctel de Frutas

Un hombre casado de pronto sometido en un juego de dominación sexual y algunas frutas.

COCEL DE FRUTAS

Mi mujer, al contrario de muchas mujeres hoy en día, decidió casi desde que nos casamos dedicarse exclusivamente al cuidado del hogar y los hijos. Apoyé su decisión y desde un principio cada cual asumió el rol correspondiente, yo como proveedor y ella como reina absoluta de la casa, lo que terminó haciendo de mí un completo inútil para cualquier tipo de labor doméstica, como descubrí penosamente algunos años después cuando tuvimos que separarnos por un par de meses.

Habíamo...

Sólo maridos en la cabaña

Cuatro hombres solos en una cabaña como parte de un retiro para matrimonios con problemas. Descubrirán algunas nuevas formas de divertirse.

SOLO MARIDOS EN LA CABAÑA

Mi matrimonio, de escasos tres años de duración se estaba yendo a pique con mas rapidez que el mismísimo Titanic. Tal vez por inmadurez, o por la premura con que se vive hoy día en las grandes ciudades, o muy probablemente por lo que ahora llaman tan comúnmente "incompatibilidad de caracteres". El hecho es que cada día se me hacía mas difícil soportar a mi mujer, y a ella le pasaba exactamente igual conmigo. Afortunadamente no habíamos tenido hijos aún y la palabra divo...

Isabel y el placer

Una mujer casada e infiel bajo la mirada celosa y excitada de su marido, en la época victoriana llena de tabúes sexuales.

ISABEL Y EL PLACER

En el lento pasar de las horas, Isabel sentía consumirse lentamente. El cosquilleo en el estómago había derivado ya para entonces en un calorcillo que reptaba hasta sus pechos, inflamando sus pezones de una forma casi dolorosa. Los sentía tensos y erectos contra el suave satén de su ropa interior. Los tocó temerosa de que su marido pudiera percibir la delatora evidencia de aquel deseo y un rayo serpenteó corriente abajo, haciendo pulsar un latido en las intimidades de sus musl...

El chofer del licenciado

Un nuevo trabajo, un nuevo jefe. ¿Hasta dónde debe llegarse con tal de mantener un buen empleo?

EL CHOFER DEL LICENCIADO

El encargo era muy simple. Recoger el maletín en el despacho del arquitecto, entregarlo mas tarde en la oficina de San Angel y regresar a la casa para llevar al joven Miguel a su clase de natación.

Era mi primer día de trabajo como chofer en casa de la familia Torres y por supuesto deseaba que todo saliera bien, porque necesitaba el trabajo y porque no podía darme el lujo de perderlo. Estaba tan agradecido de que me hubieran contratado sin apenas referencias que hub...

La casita en el jardín

Un escritor tratando de desarrollar su primer historia mientras se involucra en el juego de seducción de un muchacho y su atractivo padre.

LA CASITA EN EL JARDIN

Después de terminar mis estudios en literatura, mucho mas tarde que el resto de mi generación, me encontré frente a la decisión más difícil de mi vida. Por un lado tenía el anhelo, como todo recién graduado escritor, de escribir una gran novela, el libro por el que sería galardonado y reconocido, la obra de mi vida, y por otro lado, la apremiante necesidad de ganar dinero y subsistir dando clases de literatura tal como lo hacían la gran mayoría de mis colegas.

Sabía...