Canfundida
Vinculada a un grupo de amigas de colegio me dejé llevar por el enigma y el misterio de una fiesta en la que, sin haberlo siquiera imaginado, tuve mi primera y única experiencia zoofilica electrizante con un Labrador dorado quedando más de treinta minutos literalmente fundida con el can y confundida ahora.
Realmente nunca llegaremos a conocernos a nosotras mismas, podemos morir de viejas sin conocer ni la mitad de lo que llevamos dentro, en nuestra mente. Me ocurrió hace algunos meses una experiencia que me demuestra la gran verdad de lo anterior y me ha sumido en un mar de confusiones que al no poder comentarlas, por su naturaleza, con alguna persona conocida o una confidente, he decidido utilizar este medio para comunicarlo y dar salida a esa presión interior que desde entonces me atenaza y me desorie...