Vacaciones a los 40. Cuarto día.
Tenía miedo y tenía dudas, pero mis deseos lo superaban. Mis ganas de seguir experimentando fueron mucho más grandes que las barreras psicológicas. Cuando se dan las las circunstancias adecuadas hay que tomar decisiones, y las ocasiones que presentan se toman o se pierden.
Después de desayunar montamos en el bmw de Carlos y vamos hasta el puerto privado donde tiene el yate, de unos 20 metros de largo. De diseño imponente, todo un lujo. Allí nos esperan Rosa y Fran, una pareja de amigos que tienen 25 años él y 20 años ella, guapos y con unos cuerpos esculturales.
Nos presentan y a la marcha, me sentía la reina de España allí sentada, en la cubierta con sillones de piel, y bebiendo moet chandom de selección como si fuera agua del grifo. Todo cuanto comíamos o bebíamos era...