Con Natalia en Balcarce, mamadas y algo más

Trabajábamos juntos en Buenos Aires, y nos asignaron un trabajo juntos, en Balcarce, el trabajo lo hicimos, y también trabajamos muchas horas extras... leé, te va a gustar.

Mi jefe no me quería mucho. Y para "castigarme" me manda de comisión al interior del país, a trabajar a provincia, y elegía fechas incómodas, como ser fin de año (lógicamente que no llegaba a la crueldad de mandarme fuera los días de las fiestas, pero sí antes, durante y después de las fechas claves), también me mandaba entre semana a provincia cuando mi equipo de fútbol jugaba en nuestra ciudad, para que no pudiera ir al estadio a ver el partido.

Mi jefe, además, era medio nazi, o nazi del todo...

Mi primera vez con Laura

Llevaba un año deseandola, hasta que ante mi sorpresa recorrio con su boca todo mi pene...

Conoci a Laura hace un año aproximadamente en mi instituto, tenia 16 años como yo y desde el primer momento en que la vi, quedo prendado de ella, al no ser yo muy atrevido, tan solo fuimos amigos durante ese largo año, hasta ese dia...

Laura mide 1,60, tiene el cabello negro como la noche y muy largo, le llega hasta la cintura, tiene unos preciosos ojos azules y una sonrisa angelical, y un cuerpo muy bien formado y apetecible.

Era verano, aquel dia, cuando la llame para ir al cine, fuimos...

Una lección escrita y oral

No me mires a los ojos a no ser que yo te lo ordene, yo te iré educando poco a poco para que cada vez lo hagas mejor.

Una lección escrita y oral

Estimada esclava, tu no lo sabes pero mi polla esta sin operar, por lo que no descapulla, esto significa que tendrás que tener cuidado cuando me la chupes para que no me hagas daño. Cuando te ordene que me la chupes primero debes ponérmela dura chupándome lenta y suavemente por los costados del pene (como minúsculos mordisquitos), debes pasar tu lengua por mi pene, bajar lentamente a los testículos y pasar tu lengua por ellos.

Cuando mi polla este erecta (o cuando...

Una mamada en un bar de Plaza Satélite

Gabriela me regala una de sus mejores mamadas en un bar, mientras escuchamos a una cantante...

Gabriela es una chica alta, de 1.70 m, de pelo largo lacio y negro, piel blanca, guapa de cara, tal vez un poco pasada de caderas para sus piernas flacas y pocas tetas, pero de buen ver general.

Nos conocimos en un bar, nos veíamos cada fin de semana ahí, poco sabíamos el uno del otro, no más que nuestros nombres y algún dato más, irrelevante por cierto.

El tema es que a mi me atraía, y yo también la atraía a ella, sabiendo que era una situación completamente libre, nos besábamos en el bar...

Alma mía, que mamadas...

Alma, una veterana que estaba buenísima, me regala la mejor mamada.

Salíamos del estadio, de ver un partido de fútbol en el Azteca, y no un partido cualquiera, era nada más ni nada menos que la final del Mundial 86, había ganado Argentina a Alemania 3 a 2 y la algarabía era total, festejando y bailando por los alrededores del estadio.

Éramos muchos, muchos chicos festejando la victoria, todos vestidos con la camiseta de la selección Argentina, pantalones cortos tipo de jugador de fútbol, y saltando y bailando, cuando de repente oigo una voz que venía desde atrás...

Cara de niña... Experta mamadora

Mi amiga Paty me confiesa que su marido la engaña... Para mí es una chica sana, muy inocente pero me hace preguntas que no debe hacerme y termina por demostrarme con hechos que ella es una experta mamadora de verga.

Patricia era una chica de 25 años bastante voluminosa de cuerpo pero no por lo curvilínea que pudiera ser sino más bien por lo excedida de peso. Cara bonita, simpática, muy hablantina, Patricia --Paty como le conozco—era el prototipo de mujer con el que no puedes tener, por lógica, el más mínimo pensamiento cachondo.

Con estampa de niña bien, Paty siempre vestía pantalones ni siquiera entallados y lo único que se le podía divisar, si acaso, era un par de enormes tetas que se perdían con ese ento...

Tristán

Al salir del restaurante japonés Alejandra fue incapaz de reprimir un ataque de risa al ver que Tristán tenía que andar encorvado, casi en ángulo recto, en un intento vano de ocultar su erección.

TRISTÁN

Al salir del restaurante japonés Alejandra fue incapaz de reprimir un ataque de risa al ver que Tristán tenía que andar encorvado, casi en ángulo recto, en un intento vano de ocultar su erección. Una vez dentro del taxi, él le cogió la mano y se la llevó al considerable bulto de su entrepierna. Alejandra trató de reprimir un suspiro para que el taxista no se diera cuenta, pero poco o mal lo consiguió, ya que durante todo el trayecto no dejó de mirar por el retrovisor. Pero ellos no...

Un argentino sediento

.. y yo encantada de poder calmar su sed.

UN ARGENTINO SEDIENTO

Era el cumpleaños de Eva (cumplía 25 años) y no le habíamos preparado nada. Bueno, entre las cuatro le habíamos regalado un teléfono móvil de última generación que nos había costado una fortuna, pero eso no era una fiesta. Habíamos quedado en una cafetería nueva del centro de la ciudad. El regaló le encantó, pero lo cierto es que no consiguió borrar la decepción en sus ojos.

Entonces, mientras el camarero nos servía los cafés, Adriana comentó lo de contratar a un...

Mamada de una vieja amiga

Reencuentro con una gran amiga, amante, y compañera, una mamadita para recordar viejos tiempos.

Ayer estaba muy entusiasmado en recordar mis historias para elegir una para contar, por suerte tengo muchas....

En mi mente tengo una filmadora, una cámara de fotos, una grabadora, todo queda, y viendo imágenes de acontecimientos de sexo por mi protagonizados me acordé de una chica, misma que ahora acaba de cumplir 27 años, llamada (mejor no, no pongo el nombre verdadero....por las dudas, viste?), la llamaré Mirta, je!

Recordando las historias que tengo con ella, que mujer tan fanática del...

Atrapado en el cine

Una vieja amiga y una joven aplicada se dedican a chuparme la polla a dos bocas en una aburrida sesión de cine de arte y ensayo.

La verdad es que hay pocas cosas que me gusten más que masturbar a una mujer en la oscuridad de un cine o un teatro, ir tocándole la rodilla, sentir cómo van cediendo lentamente sus barreras y acabar sumergiéndonos en el placer con la excitación extra de que alguien nos pueda descubrir. Quizás por eso me gusta tanto el cine.

Salíamos del Encuentro de Proyectos Cinematográficos, una iniciativa para promover nuevos realizadores. En una mesa redonda íbamos presentando nuestros proyectos de guión y...