En el tren a hora punta
En el atestado vagon una hermosa joven me dio un inesperado regalo con gran maestria.
Pechos enromes, sexos depilados, labios ardientes La visión de las numerosas imágenes me estaba creando una gran excitación que pugnaba por escapar de mis pantalones. Viéndome solo en la habitación, libere mi pene y con ímpetu me masturbe a la luz de la revista. Me hallaba en el mejor momento, cuando sientes que no hay marcha atrás y que vas a estallar en cualquier momento cuando el timbre de la puerta me desconcertó, viéndome a punto de ser pillado con las manos en la masa, me subí los pantalones y...