Una mamada deliciosa
Como se le acabé mamando a un muchacho en una fiesta
Una mamada deliciosa En esa época fueron varios los chicos que conocieron de mis habilidades manuales, pero aún así seguía conservando mi virginidad, a pesar que varias veces estuvo en serio riesgo de perderse, debido a las frecuentas e intensas incursiones de los dedos de algunos atrevidos pololitos, que me tuvieron a punto de ceder ante las increíbles sensaciones que me hacían sentir.
Pero sin ninguna duda la vez que estuve más cerca de terminar con mi estado virginal, sucedió cuando me enrede con...