Descubriendo el placer
De vírgenes al placer, una pareja descubre que no son tan mojigatos
-Hola cariño.
-Hola amor, tienes mala cara, ¿estás bien?
-Nada, la regla.
-Oh, vaya. Entonces… otra vez que no follamos.
Me miró con cara de asesina pero con una sonrisa me la volví a meter en el bote. Me senté a su lado en el sofá y la acurruqué contra mi pecho.
-Es broma, no te enfurruñes que te salen unas arruguitas muy sexys en la frente y no me podré contener.
-Ay Victor, que tonto eres, jeje, sólo necesito mimitos.
Claudia y yo llevábamos apenas...