Gonzalo-En el punto de mira
Después de una gran noche con otra madurita, Gonzalo estrechara la relación con su amante y casera.
Fue Erika quien me despertó ya de mediodía. Allí estaba en su cama, casi desnudo entre los restos de la noche anterior. Ella a juzgar por su aspecto, hacía tiempo se había levantado, se había duchado y se había vestido.
E- Buenos días Gonzalito, no es que me importe que te quedes dormido hasta la hora que quieras, pero que sepas que yo tengo que marcharme.
G- Joder que sueño. -dije entre bostezos- pero tranquila que me visto y me marcho mismo me espabile. Si me das un minuto me visto y me voy co...