Cuando Jesús volvió,  ya de noche, le confesamos todo. Se quedó perplejo. Decía que no se lo esperaba para nada. Hablamos un rato con él. De golpe, parecía muy distante. Él y yo nos conocíamos entre nosotros más que a Carolina, así que ella se fue a dormir pronto y nos dejó hablando.

• Tío, nos conocemos mucho tiempo. Puedes sincerarte conmigo…

• Joder, Tomás… Estos últimos años han estado genial y los hemos pasado juntos, seguro que ahora todo cambia… Ya no volverá a ser igual que antes…

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Esa semana, me encontré a Laura por los pasillos. No llevábamos ninguna asignatura en común, así que llevaba sin verla desde la noche de la fiesta. Llevaba su pelo negro en una coleta, una camiseta de la universidad y unos pantalones de deporte.

Apareció por mi espalda y me dio un azote.

• ¿Qué pasa, chico, ya no quieres cuentas?

• Hola, Laura, ¿qué tal?

• Te voy a ser sincera – y se acercó a mi oído para susurrarme -, muy caliente al verte de nuevo.

Vaya con Laura, no perdía u...

Tras mi primer encuentro con Mati, tuve mucho trabajo. Los exámenes estaban a la vuelta de la esquina y, si no quería perder la beca y volver al pueblo para trabajar en el campo, más me valía estudiar. Desde aquella tarde con Mati, las chicas ya no me parecían igual de atractivas. Laura, una chica de mi clase con la que había tonteado se había quedado para mí en una niña pequeña. Carolina, mi compañera de piso y musa de muchas de mis pajas antes de mi encuentro con mi vecina no merecía ya mi atención visual...

DOS GUARRONAS PARA MI SOLITO

Es Sábado por la mañana, y como todos los días desde que le confesé mi amor, mi madre me ha despertado con una mamada y corrida sobre sus tetazas.

Hoy, además, es un día muy especial.

¡Es mi cumpleaños!

Cuarenta y un años, que se dice pronto.

Y para celebrarlo, mi mamuchi me tiene preparado algo muy especial según ella.

Yo, como es lógico, me muero por saber qué coño es, pero la guarra de mi madre es muy suya para esas cosas y me ha dicho que...

Me desperté a las 9 de la mañana y fui a la cocina. Todo estaba por en medio. Carolina y Jesús, mis compañeros de piso lo habían dejado todo manga por hombro antes de volver a su pueblo para el fin de semana. Yo me había quedado para estudiar.

Me preparé un café y fui al salón. Puse la tele mientras desayunaba, pensando en acabar pronto y comenzar con el estudio.

Tan sólo iba vestido con los pantalones del pijama. Mi torso, moldeado en el gimnasio y depilado lucía desnudo.

De repente, escu...

Han pasado tres años desde que he esperado este día. Hoy culmino mis estudios de preparatoria y pronto iré a la universidad a estudiar la carrera en química.  Aun no se si realmente es lo que me apasiona pero he pasado el examen y fui admitido en una institución reconocida en mi ciudad.  Logré muchas cosas aquí desde conseguir un buen promedio hasta lograr tener a todas las chicas que he deseado, ninguna ha sido mi novia formal creo que la palabra formalidad no va conmigo por el momento solo el sexo y los b...

Me llamo Luis, tengo 63 años, soy fontanero pero estoy jubilado. Nada de curro. Mi vicio: los culos de las señoras. Me encantan. Ahora tengo uno a tiro, una casada de 44 años. Se llama Maribel, su marido es un ejecutivo de Telefónica, él se marcha temprano y regresa a última hora de la tarde. Ella es una tía bien, gimnasio, peluquería, spa. Vive en un chaletazo en Pozuelo. Alguna chapucilla he hecho en su casa. Todos los días me siento en un banco en un parque por el que trota Maribel a las 10:30 de la maña...

Desde que nací he vivido siempre en un pequeño pueblo, no somos muchos vecinos ni siquiera en verano. Nos conocemos entre todos y las noticias cada vez que ocurre algo corren como el viento en un vendaval. Soy el niño del pueblo y así me conocen todos. Yo creo que aunque cumpla los 50 seguiré siendo el niño, es algo que como cuando marcan al ganado, se queda para siempre. Parte de mi familia viven a dos casas de la mía y yo vivo con mi madre, mi hermana y en alguna ocasión mi padre que por causas ajenas a e...

Todas las mañanas cojo el metro para ir o volver del trabajo en la ciudad, soy un currante más de los que por la mañana vamos con los ojos pegados y la prisa metida casi por instinto en el cuerpo. Es cierto que yo puedo llegar a la hora que me de la gana y volver cuando yo quiera, pero si que tengo que cumplir con mis 45 horas semanales y me las administro según me convenga. Casi siempre cojo el penúltimo vagón y me apoyo en la puerta que da paso al siguiente vagón mirando el móvil o con algún periódico ley...

Yo la obedecí y me fui a la terraza con los platos, los cubiertos y los vasos. Ella entró detrás de mí con la cena y una botella de vino.

• ¿Hoy cenamos con vino? – la pregunté yo

• Si. Hoy es un día especial para los dos y me apetece beber un vasito – me dijo sonriéndome – y tu si quieres uno también, pero no te acostumbres ¿eh?

Nunca había visto a Julia beber otra cosa que no fuera agua y yo tampoco había probado nunca el vino así que si, era una noche especial. Nos sirvió un vaso a cada...