Obsesionado por los pechos maduros
Una amiga de mi madre con tetas de matrona excita constantemente mi imaginación calenturienta
Oh, las pajas, cuantas “satisfacciones” dan en la vida, como decía un buen amigo mío, una buena paja es mejor que un mal polvo, más razón que un santo tenía.
Yo he debido de ser un chico precoz en esta actividad, un niño vamos, el primer recuerdo que tengo es en una cena familiar, en la que yo, supongo que con unos seis años pensé en sacarme la cola y empezar a tocármela porque supongo que lo había hecho antes y me dio gusto, en mi ignorancia pensé que si mis padres se daban cuenta me daría tiempo a m...