Se que volveras a pedirme que te sodomize...

Tu me ruegas “mi amor… no”… pero yo se que lo quieres, se que lo deseas y que estas jugando, jugando a la “decente” como has hechos desde que te conocí. Pero ahora no podrás fingir mas, serás puta, te sodomizare, te va a gustar.

Cuando te conocí jamás pensé que llegaríamos a esto. Recuerdo cuando te bese por primera vez, tu semblante avergonzado y tu rostro enrojecido llenaron mi mente de sueños y fantasías vedadas, al menos para ti.

Y ahora que te tengo, aquí, contra la pared y de espaldas, y que con mi pene hambriento levanto tu falda, veo lo prohibido demasiado cerca, y se que eso te aterra.

Te agarro la raya del culo fuertemente y percibo como el placer te estremece, mientras sube por tu espinazo. Veo tu rostro...

Los extraños anales de Júlia (04)

Cuarto capítulo. De novios.

Al empezar las clases enseguida noté que había cambiado. Las transformaciones que mi cuerpo había sufrido y la manera en que los mostraba con mi nueva ropa y sobrada seguridad hicieron que los chicos se fijaran en mi, lo que hacía que me mostrara aún más provocativa. Tuve varios rolletes con algunos chicos de mi clase, pero no pasó de noviecillos de una semana o dos, con largos rollos que no pasaban de algún manoseo en el trasero o las tetas. Empezaba a acostumbrarme en calmar mis ansias en casa desp...

Los extraños anales de Júlia (05)

Quinto capítulo. Follando (por el culo).

Nos acostumbramos a llevar un ritmo que se rompió cuando Jorge cayó enfermo. Esa semana faltó tres días a clase, y sólo le vi por las tarde en su casa, hecho una sopa en el sofá. Los días siguientes andaba algo debilucho aún, y aunque estuvimos juntos, pasamos las tardes tumbados mirando la tele, descubriendo una especie de lado maternal, al prepararle los medicamentos y la merienda, sin dejarle moverse del salón. Pese a esto, se despertó un poderoso deseo dentro de mi que intentaba reprimir, ya que...

Fiesta de iniciación

Estás segura que no te duele?... -preguntó andrés. Por favor no te detengas, llévame contigo, haszme tuya!!!,- le contesté deseosa por probar esa primera vez... y tenerlo profundamente en mi.

¿Estás segura que no te duele?

-me preguntó Andrés en su acostumbrado tono suave y comprensivo.

  • No . . . no,-le dije entre suspiros mientras trataba de acostumbrarme a ese nuevo placer, al tiempo que mi cuerpo y mente lograban separar dolor de placer.

Para mí era una sensación nueva. Ciertamente; Andrés es de lo más gentil, por lo que la incomodidad que momentos previos me había parecido un dolor que no iba a poder resistir, ahora, me parecía la prueba máxima de nuestra unión y la...

Los extraños anales de Júlia (03)

Tercer capítulo. En el pueblo.

Un día después de llegar al pueblo me di cuenta de que todo era distinto, algo que ni siquiera me había planteado: mi aspecto no era el mismo que el de otros años. Mis pechos se apretaban en las viejas camisetas del año pasado, y se mostraban sugerentes en los escotes de las nuevas. Pese a llevarme un par o tres de años de diferencia, la pandilla de los chicos más mayores, a los que conocía más por ser los hermanos mayores de mi pandilla habitual que de un trato de tú a tú, enseguida mostraron interé...

Los extraños anales de Júlia (02)

Segundo capítulo. Las masturbaciones.

Recordar con detalle y orden preciso cosas que una hizo hace tanto tiempo no es fácil. Recuerdo la primera masturbación en el sofá, con los pantalones y las bragas en los tobillos. Había sentido ya "cosquillas" en la ducha, pero era algo totalmente casual, y sin entretenerme más de unos segundos. Aquella primera vez, en cambio, fue totalmente a conciencia.

La humedad y contracciones que sentía desde hacía tiempo se volvían extremadamente intensas cuando cerraba las piernas con fuerza, o apret...

La Promesa (3)

Volví a caer en sus redes. Esta vez tuve que prometerle más que sexo oral. Le prometí todo, todo, todo...

No me lo podía creer. Encerrados. Estábamos encerrados en el instituto. Tiré más fuerte de la puerta, pero no. Estaba completamente cerrada. Empecé a ponerme nerviosa, sobretodo al oír sus carcajadas a mi espalda, cuando lo único que yo quería hacer era desaparecer, no volver a verle más, no volver a oírle, no volver a... a... a sentir sus manos, su lengua en mi piel nunca más, nunca más. Me sentía profundamente avergonzada por haberme comportado así, como un... no sé, como un animal, como una gata en...

Los extraños anales de Júlia (Prólogo)

Prólogo

El culo me empezaba a doler de verdad. Después de correrme se me suele cerrar, y ya hacía unos minutos que yo había terminado. Sin embargo, el negro que tenía a mi espalda me lo seguía follando a una velocidad increíble. Como ya me estaba dando el bajón y él no daba el más mínimo síntoma de desfallecer, decidí ayudarlo un poco, abriendo y cerrando el agujero de mi culo a pesar del dolor, y empujando mis caderas contra él con todas mis fuerzas.

  • ¿Te gusta? ¿Te gusta mi culo? ¡Fóllatelo, vamos, m...

Los extraños anales de Júlia (01)

Primer capítulo.

Cogí una silla del comedor para poder encaramarme al armario, pero aún empinándome solo podía meter la mano por encima. Tanteando como estaba, encontré algo que no era la pelota. Cogí la caja de plástico, y al bajarla vi que era un VHS al que le habían quitado la carátula de papel, quedándose con un intrigante aspecto negro. Dejando la cinta encima de la cama, seguí buscando la pelota sin éxito.

Cuando bajé, muerta de curiosidad, fui al salón a ver qué película era esa que nunca había visto po...

La mesa del taller de Don Braulio

“Lo que no sabia en ese momento era que justamente ahí me iba a abrir de gambas para hacerme el culo”.

La mesa del taller de Don Braulio

"Lo que no sabia en ese momento era que justamente ahí me iban a abrir de gambas para hacerme el culo".

Mi nombre es Gabriela "Gaby" y les voy a relatar lo que me sucedió el año pasado en mi barrio, tenia 19 años. Resulta que a dos casas de donde vivo hay un taller en donde trabaja un hombre. Su nombre es Don Braulio y es un hombre grande, fornido y morocho, tendria unos 45 años. La verdad me calienta mucho cuando lo veo. Bueno, el taller esta en una esquin...