Alba (6)

Relato de la agonía de Alba en la cruz.

Capítulo Sexto. Agonía y muerte.

Cuando todo terminó, el centurión decidió que ya se habían demorado bastante y que era hora de levantar la cruz. Consiguientemente dio las órdenes oportunas, mientras aseguraba la mordaza a la muchacha. Generalmente al centurión le molestaban los alaridos ensordecedores de las mujeres a las que torturaba, además creía que amordazarlas era otra manera de acentuar su sufrimiento y humillación, pues así ni siquiera podían gritar o suplicar.

En primer lugar ins...

La madrastra del horror

En mi tierna juventud se vio alterada brutalmente mi percepción de lo sexual.

La pérdida de mamá fue irreparable. Murió cuando yo empezaba a ser mujer, cuando sus consejos maternales eran importantes para mí. Vi a mi padre triste al enviudar y fui yo la primera, tras los meses del duelo, en intentar convencerle de que sería bueno para él encontrar a una nueva compañera, a una pareja sentimental. Mi padre era reacio a ello y decía que con tenerme a mi a su lado le bastaba, pero insistí tanto que al final a duras penas le convencí, y ese puede que haya sido el gran error de mi vi...

Alba (5)

Alba es finalmente crucificada aunque antes es nueamente violada sobre la cruz.

Capítulo quinto. La crucifixión.

Al llevar a Alba casi en volandas, el grupo no tardó mucho en llegar hasta la cúspide del promontorio, allí los verdugos dejaron a la muchacha arrodillada en el suelo y empezaron a disponerlo todo para crucificarla. Entretanto, los soldados continuaban conteniendo al pueblo que había llegado también corriendo. A golpes y forcejeando consiguieron que éste se mantuviera en la base del promontorio.

Entre el gentío se encontraba Lucio, que veía complacido cómo...

Forzada a ser esclava (3)

Mientras mi Ama espera que me recupere para proseguir con mi anillado, se entretiene incrementando mi degradación al tiempo que mortifica el cuerpo de mi compañera de infortunio para que me percate lo que me será mi sumisión.

Forzada a ser esclava (3)

Mientras mi Ama espera que me recupere para proseguir con mi anillado, se entretiene incrementando mi degradación al tiempo que mortifica el cuerpo de mi compañera de infortunio para que me percate lo que me será mi sumisión.

Capitulo III: El calvario de Perra

Una vez dentro de la habitación me coloqué al lado de Perra imitando la misma posición que ésta había adoptado: las piernas abiertas, las manos en la nuca, la mirada al frente y el pecho exageradamente...

Subasta de Azotes

Un hombre es subastado a una cruel Mistress que no duda en propinarle una terrible azotaina.

SUBASTA DE AZOTES

Me enviaron el correo electrónico donde me confirmaban mi solicitud para participar en la subasta de esclavos que realizaría el club de la supremacía femenina. Este es un club donde sus integrantes son mujeres dominantes, Entre sus diversas actividades esta la de realizar una subasta al mes donde se ponen a la venta esclavos durante 24 horas. El dinero que recaudan de la subasta sirve para financiar este club y así poder seguir haciendo múltiples actividades. La siguiente subas...

Juan se reencuentra con Fanny

Juan se reencuentra con su ex y tienen una relación sadomaso, siendo él un sumiso al que somete de una manera extraña

Hola amigos , después de más de un año, quizás influido por el robo del correo al que me mandabais las sugerencias y otras cosas, vuelvo a contarles lo que han sido algunas de mis experiencias , las de este pasado verano, concretamente.

Un día en un Pub, me la encontré, mi antigua amiga, Fanny, una morena con unos labios carnosos, de piel blanca y con curvas muy femeninas, sin olvidar esos grandes ojos marrones que luce con su melena negra; siempre me había gustado, estuve muy enamorado de ella,...

Prisionera de mi amante (4)

A pesar de que las nalgas son bastantes flácidas, la joven ofrece resistencia a la penetración por ser la primera vez. Él hace presión al mismo tiempo que la chica llora dolorida,...

He quedado con Carlos en un hotel de carretera a las doce del mediodía. El coche va raudo por la carretera, estoy ansiosa de encontrarme con él. Observo el exterior del diminuto hotel por si diviso su vehículo, pero no lo veo, quizá no ha llegado aún. Aparco el coche y me dirijo a la cafetería. Me sorprende ver a Carlos, que me hace señas para que vaya a su encuentro, sentado en una mesa del fondo acompañado de un corpulento hombre de mediana edad y una joven de color. La chica tendrá unos diecinueve...

Subastado por 24 horas

Un sumiso es subastado a una Ama autoritaria que decide enseñarle disciplina y ponerle fin a su desobediencia.

SUBASTADO POR 24 HORAS

La subasta se celebraba el ultimo día de cada mes, en esta ocasión estaba repleta de gente, se subastaban muchos sumisos, mas de lo habitual, hasta un total de 20 esclavos entre los que me encontraba yo. Hace un año que se celebraba la subasta mensual, eran todo un éxito, hombres y mujeres dominantes pujaban por el esclavo que mas les gustaba, se compraban con dinero real, dinero que luego iba a parar a financiar la fundación para poder seguir realizando todo tipo de event...

Desde los dos extremos del látigo

Una sesión contada a dos voces. La voz de la sumisa y un narrador observador.

Desde los dos extremos del látigo

Era extraño. Podía percibir mi sangre pasando por las venas, el sudor saliendo de mis poros. Mis sentidos alerta, no me había sentido tan viva jamás. Esperaba, yo siempre tan impaciente no imaginaba que podía disfrutar de la espera, del no saber en qué momento escucharía sus pasos o sentiría su respiración. Entonces, él ni siquiera vendó sus ojos, solo la orden lejana de cerrarlos, eso era suficiente. Una orden simple, párese ahí, ponga las manos sobre el...

El peor castigo (1)

Un relato de fantasía, de otra epoca, con toma a la fuerza de una prisionera en un barco pirata.

EL PEOR CASTIGO

Me habían capturado en el Puerto de Tivoli, siempre fui una muchacha sencilla, ingenua y quizás ignorante de las cosas de la vida.

A pesar de que todo el pueblo decía que era hermosa todos los hombres me habían respetado mucho y era una especie de virgen viviente de mi pequeña aldea. Y era linda de verdad, una cintura pequeña, unas nalgas redondas y bien paradas como buena Napolitana y mis senos eran tan grandes que solían salirse de mi blusa con alguna frecuencia.

Tal...