Madre pervertida

Cuando yo era joven solía coger las bragas sucias de mi madre, las olía y lamia mientras me pajeaba, algo frecuente en la pubertad de mi generación por lo que he podido constatar. Mi padre se marchó a Bélgica a trabajar, mi madre tenía un amigo que nos llevaba en su moto al campo, cerca del rio

Cuando yo era joven solía coger las bragas sucias de mi madre, las olía y lamia mientras me pajeaba, algo frecuente en la pubertad de mi generación por lo que he podido constatar.

Mi padre se marchó a Bélgica a trabajar, mi madre tenía un amigo que nos llevaba en su moto al campo, cerca del rio, yo me ponía a jugar y ellos charlaban. Yo era muy inocente y no me daba cuenta de nada, Sólo veía a un tipo estupendo que me hacia regalos etc., al parecer se veían porque le dejaba una nota precisamente en mi...

La siesta

Inés es una adolescente muy curiosa que desde pequeña ha sentido inclinaciones, por decirlo de algún modo, bastante heterodoxas. Unas vacaciones en el pueblo con su amiga Laura le servirán para llevar más allá de su imaginación esas inclinaciones

PREAMBULO

Ante todo hay que decir que lo que vais a leer en esta serie no es otra cosa que narrativa. Me resisto a llamarlo literatura. Que nadie vea en ella un paralelismo con los auténticos retazos de mi existencia. Eso sí, las personas, lugares, hechos y circunstancias son reales... o casi; y no siempre relacionados conmigo.

Comencé a escribir estas notas pasadas solo unas horas desde la entrada en el nuevo milenio. Llevaba algún tiempo pensando hacerlo, pero nunca acababa de decidirme. Exper...

El Comienzo Dolcett

*******EL GENERO DOLCETT ES UN GENERO EXTREMO******** LAS PERSONAS QUE NO CONOCEN EL GENERO DOLCETT DEBEN DE LEER ESTA DESCRIPCION DE WIKIPEDIA http://es.wikipedia.org/wiki/Dolcett ANTES DE SEGUIR CON ESTA PAGINA

Esta es la introducción de una serie de historias Dolcett que publicare muy pronto.

Les recomiendo fuertemente a los que nunca han leído una de mis historias Dolcett que tomen un momento para leer esta corta introducción ya que explica el universo paralelo en donde mis historias Dolcett están basadas y también provee detalles que en algunas de mis historias no explico.

*EL GENERO DOLCETT ES UN GENERO EXTREMO**

LAS PERSONAS QUE NO CONOCEN EL GENERO DOLCETT DEBEN DE LEER ESTA DES...

Venganza en el rancho

A los ojos de esos peones yo era una putita, un pedazo de carne sin más función que ser preñada. Pero definitivamente se iban a enterar que con una chica como yo no se podía jugar.

Esta historia es la continuación de mi relato “Unos negros quisieron preñarme en un rancho”, que pueden encontrarlo en mi cuenta de autora. ¡Advertencia de contenido! Este es un relato para la categoría “Sadomaso”, si entraste aquí por error sal pitando antes de que te alcance un latigazo.

El estar apresada en un viejo cepo de tortura hizo que pensara sobre mi vida. Porque estaba allí, en medio del rancho, bajo la sombra de un árbol, con las manos y cabeza aprisionadas en la barra del cepo, amén de la...

Paraíso de Masoquistas (y 18)

No cuento nada para no destripar el final. ¡Que disfrutéis!

Ahmed lo anunció por megafonía e Ismail cogió  un hierro  de marcar. Otro verdugo  quitó la chapa del brasero  y removiendo las brasas utilizó un fuelle para avivarlas. Entonces cuando volvieron a adquirir un color rojizo metió la punta del hierro dentro de ellas.

Cuando las tres chicas vieron lo que les esperaba empezaron a suplicar desesperadas que por favor no les hicieran pasar por una prueba tan terrible.

Entre tanto Ahmed se colocó bajo las cruces y se puso a discutir con Ismail cuál era e...

Masoca y/o sado

Ana María y Andrés vienen a una nueva sesión pero con sorpresas.

MASOCA Y/O SADO

Soy Luvna, una experta en suministrar placer y dolor a quien me lo solicite; hoy recibía a una pareja que volvía a visitarme (ver mi relatos “ansiedad de latigazos” y “látigos y cruz”), Ana María y Andrés, eran unos jóvenes profesionales; ella era una joven muy bonita, vestida con una remera y un mini short muy ajustado de cuero negro y calzando unas zapatillas de danzas de lustroso cuero del mismo tono.

Le hice notar a Ana María que llevaba las zapatillas que habitualmente usába...

Paraíso de Masoquistas (17)

Continúa la cruel ordalía y Nadia y sus amigas experimentan durante horas los "placeres" de la crucifixión

Entre los gritos de aprobación del público, Nadia y Luba ocuparon las otras dos cruces de San Andrés para recibir tormento. Ninguna de las dos ejerció la menor resistencia así que los verdugos las cogieron de los brazos y pudieron colocar los miembros a lo largo de los travesaños de las dos cruces estirándolas al máximo por encima de sus cabezas. Tras esto les cerraron los grilletes en las muñecas. Después hicieron lo mismo con los tobillos de manera que las dos quedaron completamente inmovilizadas. Entonce...

Paraíso de Masoquistas (16)

Comienza el suplicio....

Los guardias soltaron a las tres condenadas de los cepos, pero ellas, al verse libres adquirieron inmediatamente la postura de sumisión. Estaban bien entrenadas. Durante su violación múltiple, Nadia, Luba e incluso María se habían corrido varias veces delante de todos y eso les hacía sentirse avergonzadas.

  • Arriba con ellas, ordenó Ahmed sin mostrar ninguna piedad. Los guardias agarraron a las chicas por los brazos y les obligaron a subir las escaleras del patibulo. Sobre la alta tarima les esperaban...

Paraíso de Masoquistas (15)

Las tres condenadas llevan la cruz a cuestas por las calles de la ciudad. Una vez en la plaza son puestas en el cepo a merced de la muchedumbre.

En lugar de llevarlas directamente hasta la plaza donde habían instalado el patíbulo, las tres víctimas  fueron conducidas a un lugar distante de allí dos kilómetros. El Coronel Ahmed quería que caminaran esa distancia con las cruces a cuestas a la vista de la gente.

Efectivamente, cuando se bajaron del furgón, las tres chicas se encontraron con que Ismail les llevaba un rato esperando con los guardias y los tres leños de más de metro y medio de largo que ellas tendrían que transportar sobre los hombr...

Paraíso de Masoquistas (14)

Nadia y Luba son juzgadas y condenadas. La noche antes de la ordalía son custodiadas por unos lujuriosos guardianes.

Al día siguiente Luba y Nadia fueron juzgadas en  una sala del Krak por un severo y despiadado juez. Por respeto al tribunal a las dos mujeres se les permitió cubrirse por unos momentos con unos ásperos uniformes carcelarios, pero por lo demás tuvieron que acudir a la sala del juicio amordazadas y con las manos atadas a la espalda por unos pesados grilletes  que se conectaban a los tobillos por una larga cadena.

En realidad, aquello fue un simulacro de juicio, y a las acusadas sólo se les concedió un...