La Herrería (capítulo 7)

Trozo de carne

(7)

La habitación era enorme. En el centro, una enorme colchoneta recubierta de cuero colocada sobre una base de madera que llegaba casi hasta la cintura. Daba la sensación de ser un tatami, y se accedía a ella por unos escalones colocados en los cuatro laterales. Desde el alto techo (unos 3 metros) colgaban potentes focos que iluminaban aquel cuadrilátero tan especial. Incluso los laterales tenían 4 cuerdas que iban de poste a poste, a excepción de las partes en las que estaba el acceso por los escal...

La Herrería (capítulo 6)

De perra a yecgua

(6)

A la mañana siguiente, el hombre despertó a Nora justo en el momento del amanecer. Hacía frío a esa hora. Llevó a Nora a un lado del cobertizo, le quitó el arnés, la limpió con una manguera de agua fría, y después de lavar a conciencia los plugs, se los volvió a insertar. Cambió las dos pequeñas baterías que Nora llevaba ancladas en unas cinchas, en los muslos, procedentes de collares de castigo (o doma) para perros. No quería que quedaran agotadas a media jornada. Luego tomó medidas de todo el cu...

La Herrería (capítulo 5)

Volver a la luz

(5)

Cuando Nora se despertó, los dos perros seguían dormidos aun con las luces encendidas. Ya se había acostumbrado a su estado de total desnudez, y no echaba de menos la ropa. Los perros le daban todo el calor que necesitaba, además de no sentirse tan sola. No. No era eso. Más bien formaba parte de una familia muy extraña formada por el amo, los perros, y en el último lugar y sirviéndoles a todos, ella.

El tiempo fue pasando, aunque Nora no tuviera ni idea de cuánto. En aquella habitación no ex...

La Herrería (capítulo 4)

Educando a una perra

(4)

Por la mente de Nora pasaron mil imágenes distintas. No tenía ni idea de aquello para lo que su amo la había dejado allí preparada, aceitada y expuesta. Ya había transcurrido mucho tiempo desde que marchó, y el estar sola la volvía loca. Pues aunque en su corazón sabía que nada malo podría pasarle, su mente le había enseñado que aquél hombre era capaz de todo. Y se dio cuenta de que precisamente esa característica era la que la tenía totalmente entregada, pues sabía a ciencia cierta que nada de lo...

La Herrería (capítulo 3)

Cosas básicas

(3)

Nora se despertó dolorida. Sobre todo del ano. Le daba la sensación de no poderlo cerrar del todo. Como si hubiera quedado abierto para siempre. Al moverse se dio cuenta de que ya no estaba sobre el suelo directamente. Su amo le había puesto sobre una esterilla de goma-espuma de unos 3 cms de grosor cubierta con la roída manta. Ahora el suelo ya no era tan duro. La luz estaba encendida, así que pudo echar una mirada a la habitación.

El corazón le dio un vuelco. No lo podía creer. Miró tres v...

La Herrería (capítulo 2)

Agua y fuego

(2)

Norma despertó en el suelo, sobre la vieja y roída manta. Le dolía terriblemente todo el cuerpo. Intentó moverse pero le fue del todo imposible. No había forma de poder cambiar la postura sobre aquel suelo de hormigón sin que le dolieran hasta las pestañas. Los pechos le ardían. Las nalgas eran un infierno. Los muslos los tenía separados para evitar el dolor que le causaba el intentar unirlos para evitar el frío. Estaba tiritando. Los dientes le castañeaban. Y todo su cuerpo era sacudido por tembl...

El Amo humilla y tortura a esta esclava

Puta humillada por la calle, esclava sin derechos en casa

Tacones, medias, liguero, faldita de vuelo corta, una camisa negra transparente y la gabardina. Salía a comer con el Amo.

En el restaurante me quité la gabardina con cuidado para que no se me levantara la falda que terminaba justo donde empezaba la puntilla de las medias, no es que me diera vergüenza, pero ver eso suele asombrar a la gente y no quería hacer un show.

Comimos a gusto, con buen vino y unas copas de sobremesa, contentos, tranquilos, me gustaba ver sonriente al Amo, aunque algo m...

La Herrería (capitulo 1)

Enrique entrega a Nora para ser domada

(1)

-¿Cuánto tiempo necesita?

-Lo normal es entre 6 y 8 meses, pero no puedo asegurar nada. Cada caso es único. Y teniendo en cuenta los requerimientos, podría muy bien pasar un año o más. Un encargo como éste no es muy habitual, y se necesita mucho tiempo y trabajo para lograr una efectividad máxima.

-¿Podré estar presente?

-De ninguna manera. Todo se llevará a cabo en un lugar que jamás conocerá, hasta que se hayan conseguido llevar a cabo todas las peticiones de la lista que me ha...

El castigo de mi vecina

Mi vecina cansada de mis faltas de respeto y burlas hacia ella decide darme un severo castigo, azotándome sin piedad .

EL  CASTIGO DE  MI VECINA

Subí las escaleras a trompicones, apenas me tenía en pie, estaba demasiado borracho para mantener el equilibrio. Subía cantando en voz alta una vieja canción que habla de sexo, drogas y rock and roll. Me agarraba a la barandilla con una mano e intentaba subir las escaleras sin caerme, algo que resultaba realmente difícil. Había estado toda la noche bebiendo, bailando y fumando más de lo que el cuerpo puede aguantar. la resaca del día siguiente iba a ser bestial pero que m...

Eva y los círculos viciosos: Primer círculo

Eva ha entrado en la cuarentena. Ahora ha decidido entregarse a los círculos viciosos.¿ Autodestrucción o conocimiento?

( Advertencia : esta es la recopilación de los relatos anteriormente publicados)

Siempre se espera un principio, la lógica que nos situe en los hechos. Se espera que la razón se extienda en cada acto de nuestras vidas. Sin embargo el juego carece de esa lógica. Basta querer jugar en ese momento, lanzar los dados, dejar correr la ruleta, entregarse a esa emoción morbosa que abre los sentidos. Ya no existe la razón, la inercia del caos y del morbo se han apoderado de la vida. Me llamo Eva tengo 43...