Ejerciendo de cupidos
Nos encontramos a unos amigos en el supermercado, a los que invitamos a la fiesta en la que presentamos a unos amigos para que se conocieran.
Al día siguiente a las once de la mañana nos despertó el teléfono. Raquel contestó con evidentes síntomas de estar medio dormida todavía.
¿Quién es? – respondió.
Hola cariño, soy María, no me digas que estáis durmiendo todavía – le dijo esta.
Claro, ¿qué esperas? que necesitamos estar descansados para la fiestecita de luego, o que te has creído – contestó Raquel - ¿y vosotros que? ¿Porque llamas tan pronto?
Pues te llamo, porque nos ha surgido un problema en el pueblo de los padres d...