Sara, la puta del instituto
Si hubiera sabido que por olvidarme las libretas me lo iba a pasar tan bien me las hubiera olvidado mucho antes.
SARA, LA PUTA DEL INSTITUTO
Como cada mañana, llegué con casi una hora de adelanto. No es que me gustase mucho el instituto, pero si uno sabía buscarse la vida, sabía encontrarle aliciente. El mío apareció apenas cinco minutos después que yo: Ana. Entró por la puerta dejando sus libros y libretas en el pupitre que encontró más a mano, lanzándose a por mí. Nos abrazamos, nos dimos un largo beso y comenzó a frotarse contra mi cuerpo. A los dos nos excitaba mucho montárnoslo en clase, con el riesgo...