Katherina... (3)

La historia llega a su fin...¿logrará katherina comerse la enorme verga de José?...leánlo!!!

Katherina

III y última parte

Mis queridos lectores, desde la última vez que escribí para ustedes, ha pasado mucho tiempo ¿no?, debo confesarles que no pensaba terminarles el relato pues a mí ya no me llena, mis preferencias sexuales ya no tienen como máximo exponente a las vergas enormes, que dicho de paso son bien ricas y gracias a ellas he disfrutado siempre un montón, gemido como loca y gritado a los cuatro vientos mis orgasmos, pero por estas épocas me deleito más con la no tan colosal...

Obligado a mirar

De nuevo don Tomás somete a una pareja que necesita urgentemente un dinero.

Habían pasado ya unas semanas desde la última fiesta que nos ofreció don Tomás. En el pueblo, todo iba bien, los comerciantes pagaban religiosamente, salvo algún pequeño retraso poco importante, y que sólo era objeto de un pequeño rapapolvo hacia el dueño. Todos los viernes, despachábamos con él las incidencias y asuntos habidos durante la semana. Despues nos invitaba a tomar un aperitivo que preparaba en su gran salón. En ese mismo, donde habíamos visto hasta entonces, a dos mujeres hacer todo lo q...

Cyberviolación de un Energúmeno

Normalmente no voy violando a la gente por ahí, pero hubo una vez, en un foro muy lejano, un cierto individuo bastante fastidioso. Se le ocurrió la fatal idea de atacarme en mi propio terreno para humillarme y tuve que darle una lección. Puse del revés sus escritos, esquivé sus golpes facilones y le atrapé en este relato-duelo (omitiré sus comentarios por resultar demasiado groseros, jejeje).

Mientras tu crees que yo estoy narcotizada comienzan a pesarte los párpados... y das un profundo bostezo. Tienes sueño, mucho sueño... tu mano encima de mis hermosos pechos te pesa como si fuera de hierro, ya no puedes levantarla... Sientes que pierdes el equilibrio... Las nubes con reflejos cobrizos que alumbran el cielo turquesa del atardecer empiezan a bailar una danza macabra alrededor de tu cabeza y cada vez más rápido y más y más... y PLOF... Siento tu enorme peso aplastándome y abro un ojito di...

Una noche con mi cuñada

Ibamos a estar sólos, no podía creerlo. Podría realizar mi plan y drogarla para mi placer.

Mi cuñada en una noche

Esta historia ocurrió hace varios años, es una historia real; en ese entonces estaba casado y vivíamos en la casa de mi cuñada. Ella era una mujer ya madura de unos 40 años, pero muy atractiva; cabello largo ondulado y castaño, era alta como de 1.85 mts. de buenas caderas y unos senos talla 36B. Vestía elegantemente y tenia un genio un poco fuerte. Habíamos tenido algunos entredichos varias veces, y aunque no peleábamos no nos llevábamos muy bien.

En casa vivían sus s...

Noche de Hienas

Sabrina es víctima de sus morbos y fantasías.

La pollera azul le quedaba de maravillas, lo sabía. Calzaba justo sobre sus caderas, y en su caída copiaba a la perfección el vibrar de su carne al caminar. Sabía de sus lindas piernas, de sus nalgas redondas, era muy conciente de que sus senos abultaban lo necesario

para encender hogueras, y su bamboleo cuando estaban sueltos como ahora incitaba a caerse en un precipicio por mirarlos. Esa camisa blanca era premeditada, si era observada desde arriba la hondonada inducía a la perdición, de frente...

Se llama Marisol?

Una violación por envidia, y una violación por venganza.

Se llama Marisol?

Era una linda chica estudiante del último año de bachillerato de un lujoso colegio; blanca, delgada, con muy buen cuerpo. Excelente estudiante, deportista, adinerada, y con un lindo novio que estaba loco por ella y que era la envidia de muchas de sus compañeras, la quería por todas sus cualidades y porque sabía que era una de las pocas chicas serias que aún se conservaba virgen. Su nombre: Estefanía.

Un día en que sus novio estaba de viaje de fin de semana con su familia,...

No fue sexo, mas bien venganza

Un joven inmigrante ve colmada su paciencia, y en busca de revancha, y de saciar su ira realiza una sutil violación.

El era joven, atractivo de un modo rustico, delgado pero fibroso, callado y ermitaño. Su rostro y sus ojos demostraban aun algo de inocencia, algo de esa sana ingenuidad que el paso del tiempo y el recorrido de la vida van quitando irremediablemente.

Ella era una mujer desarrollada, su cuerpo, su andar, sus gestos, aun sus ropas denunciaban casi cuatro décadas recorridas, era atractiva, vistosa sin ser bella, los años y el rigor de estos habían dejado sus marcas, pero aun seguía despertando mira...

Un trayecto muy placentero

El hombre, en vez de intentar apartarse, comenzó a moverse hacia mí, y pude notar, con total nitidez, su polla, presionando mi culo a través del ajustado pantalón. Me empecé a poner nerviosa, no podía moverme y no sabía que hacer. Unos segundos después noté su mano, disimuladamente, posarse sobre mi nalga derecha y, sin ningún tipo de miramiento, comenzó a sobarme.

Este relato es completamente real.

Vivo en Madrid, la capital de España, desde hace un año. Me ha costado trabajo adaptarme al ritmo de esta ciudad, ya que soy de una pequeña provincia del norte.

Lo que peor llevo son las distancias y el metro. No me acostumbro a ir en el vagón, rodeada de gente extraña que ni siquiera se atreven a mirarte a la cara, y donde nadie parece prestarle atención a lo que le ocurre al de al lado.

Esto que voy a contar me ocurrió hace unos días.

Había q...

Las historias de Anaís y Bea (6: Excursión)

Nos vamos de excursión con nuestros novios, nos sinceramos y tenemos un encuentro con unos cazadores en el que la cosa se pone ¿desagradable?

El torrente de pasión incestuosa me dejó desolada de cara a los exámenes, lo cual se tradujo en unos resultados calamitosos. Yo no sabía qué iba a ser de mí, a cada rato enfrascada en ensoñaciones eróticas que, y ahí radicaba el problema, encima llevaba a la práctica. Ya daba igual que fuera mi padre, que fuera un desconocido o que fuera el novio de mi mejor amiga.

Con mi novio, de todas maneras, las cosas iban bastante bien. Solo gracias a él pude superar toda esa depravación. La pena es que esa...

El abuso de soledad

El abuso hacia una de mis amigas por parte del mismo maestro que me quito mi virginidad anal.

Cuando estuve en la secundaria, tuve una amiga que se llama Soledad. Es muy buena persona, y en aquellos tiempos coincidíamos en muchas cosas, tanto así que para muchas de nuestras compañeras parecíamos hermanas. Pero había algo más que nos unía: el Profesor de Taller de Computación.

Después de mi experiencia anal que tuve con el maestro, mi perspectiva de él cambio completamente; ya no lo miraba como antes, ni siquiera levantaba la mirada cuando el estaba presente y cuando lo miraba, parecía que...