Escarnio
Una joven esposa decide vengarse de las vejaciones de su marido montándoselo con sus amigos en su presencia. Sin embargo las cosas no salen como ella esperaba.
A pesar de nuestra juventud, llevábamos ya varios años casados. Mi marido se había convertido en un pervertido. En más de una ocasión lo había enganchado navegando por páginas porno y no sentía ninguna vergüenza. Se justificaba diciendo que yo no satisfacía todas sus fantasías.
En una de esas ocasiones le propuse un pacto, yo me comprometía a satisfacer una fantasía suya si él se comprometía a satisfacer una mía. Él se apresuró a aceptar.
El viernes siguiente apareció con un disfraz de cole...