Violación e incesto
De cómo fuí instigador y partícipe de una noche de total depravación.
Violación e incesto
Un sábado tuve una visita inesperada en mi oficina: como no había hecho planes para nada en particular. Ya avanzada la tarde, pensé que la semanita dichosa (realmente pésima para mi pequeño negocio), había llegado a su fin y que ese día nada en especial pasaría. Nada más lejos de la verdad: casi cuando pensaba en cerrar la oficina, aparecieron ellos, Milagros y su hermano Carlos. Ambos eran muy jóvenes: ella tenía 19 años, ella, apenas 18. Caminaban juntos, tomados de la mano...