Mi cumpleaños y un GPS
Un marido que se pierde y unos jóvenes que les ayudan a pasar una noche
Eran las tres de la madrugada y mi marido se había perdido dos veces, lo único que se veía a través de la niebla era bosque, hacia media hora que había decidido ignorarlo, definitivamente es un inútil con la orientación, y lo peor es que andábamos escasos de gasolina, hacía tres horas que habíamos salido de casa de mi hermana, desde luego no era la mejor forma de acabar mi cumpleaños, después de andar una hora perdidos por un camino rural cosa de mi marido para atajar deslumbramos las luces de una casa.
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