La muchacha en la orilla del océano

Lo que una simple fotografía puede dar a pensar y la contradicción entre un entorno de euforia y la más intensa melancolía.

La muchacha en la orilla del océano

El atardecer es un momento del día en el cual suelen tenerse emociones encontradas.

Es el caso de la muchacha en la orilla del mar. Se percibe un evidente dejo de nostalgia en sus grandes ojos de color miel, que parecen perderse en el lejano horizonte enrojecido, donde los últimos rayos de sol se proyectan dando la impresión de un sendero que proviene desde alta mar.

Las olas apenas rozan los tobillos de la joven, el resto del cuerpo forma una torsi...

Tan puta, tan mía

La confesión del amo hacía su puta.

Tan puta, tan mía, tanto como yo de ella aunque no lo quiera admitir y muerda mis labios antes de que siquiera, se atrevan a decirle una sola palabra.

Cada parte de su cuerpo me excitaba tanto, la cogia y la usaba a mi antojo y placer, luego se quedaba ahí, en el piso, manchada de semen el rostro, con los senos al aire, con los pezones erectos ansiosa de más, ansiosa de mí y yo de nuevo, con mi falo erecto buscaba su boca para, luego de darle un beso meterla toda dentro de ella mientras lagrimeab...

Placer Secreto

A veces el deseo que ejerce sobre nosotros alguien es mas fuerte que nuestra voluntad y al final el instinto sexual puede mas que cualquier razonamiento.

Placer Secreto.

Me gusta como te sienta!- Ella se volvió sorprendida al oír de pronto una voz cerca de su oreja- el reflejo de su cuerpo en el espejo también se volteó a la par que ella y sus ojos se encontraron, los de ella de un verde aguamarina, los de él negros como un pozo sin fondo. El hombre sonrió complacid0, mostrando unos dientes de un blanco marfileño. -¡Hola! soy Carlos, el encargado de esta sección. Helena correspondió a su saludo sonrojándose un poco con voz confusa le dijo tam...

Placer Secreto

A veces el deseo que ejerce sobre nosotros alguien es mas fuerte que nuestra voluntad y al final el instinto sexual puede mas que cualquier razonamiento.

Placer Secreto.

Me gusta como te sienta!- Ella se volvió sorprendida al oír de pronto una voz cerca de su oreja- el reflejo de su cuerpo en el espejo también se volteó a la par que ella y sus ojos se encontraron, los de ella de un verde aguamarina, los de él negros como un pozo sin fondo. El hombre sonrió complacid0, mostrando unos dientes de un blanco marfileño. -¡Hola! soy Carlos, el encargado de esta sección. Helena correspondió a su saludo sonrojándose un poco con voz confusa le dijo también...

No podía...

Relato de un despertar horrible...

No podía ser que Gabriela estuviera muerta. Si, anoche mientras follábamos, estaba perfectamente. ¿Pero qué he hecho? Anoche estaba preciosa con ese vestido negro corto, tan ceñido, si ropa interior, con aquellos zapatos de tacón también negros. No, no, no puede ser. Si después de desnudarse a la luz de la luna su figura relucía perfectamente, eses pechos grandes, cintura fina, piernas largas, el pelo negro y largo, sus ojos de gata.

No puede ser, que ya no esté, si después con sus labios de cer...

El último encuentro

Acerca de cómo los sueños pueden traer el recuerdo de una experiencia maravillosa que pudo ser reprimida.

Amanecía. Los últimos ecos del bullicio se fueron apagando con la llegada del Sol.

La Señorita M parecía ser la única persona que caminaba a orillas del mar, las olas lamían sus pies cansados y sostenía sus sandalias de tacón en su mano derecha. Se pasó la mano izquierda por su morena y abundante cabellera, esperando, resuelta, lo que parecía ser inevitable: a lo lejos, una silueta masculina comenzaba a acercarse.

El Señor A, cuya sola presencia era abrumadora para la Señorita M, se dirigió...

Dulce inconsciencia de la amiga, que se me da así

Esos momentos los viviré cientos de veces. Y sentiré que de algún modo lo imposible contigo puede ser.

Dulce inconsciencia de mi amiga y de ese modo me das tus caricias.

La inconciencia, permite la realización de algo prohibido, con una amiga. Solo pienso que si realmente ella estaba tan inconsciente o si de algún modo se ha dado cuenta. En ese local de baile y en la penumbra me has dado mucha felicidad. Algo que creí que solo podía llegarme en mi cuarto y entre mis sueños. Eres la fantasía de mi deseo y algo que quiero que pase desde los 13 años (cada vez más claramente). Creí que sería imposible...

Un masaje en vacaciones

Aprender a amar más en el transcurso de unas vacaciones.

Aprendimos mucho durante aquellas vacaciones. Mi esposa estaba radiante, así lo indicaban las babas del recepcionista que empezaron a chorrear de su boca nada más ver a mi mujer entrar al vestíbulo del hotel. Era un mes de julio espléndido.

Aquel mierda de tío, al recepcionista me refiero, que si no recuerdo mal se llamaba Gerardo, se pajeaba seguro tras el mostrador de recepción cuando veía a mi mujer entrar o salir de la habitación. Si hubiese sido un macho más atractivo quizá hubiese tenido o...

El barro y el pie

Amar un cuerpo es amar el arte.

Tras la fiesta, Estefanía, una amiga de mis jefes, nos acompañó a casa a mi mujer y a mí. Felicia, mi esposa había congeniado con ella y habían descubierto tener un hobbie común: modelar arcilla. Mi mujer pues, la invitó a visitar nuestro hogar para que pudiese ver las figuras que ella había modelado en los últimos meses.

Estefanía aceptó gustosa. Era una mujer simpática, pero más atractiva aún. Aunque yo estaba bastante cansado, no quise contrariar a Felicia, que se sentía orgullosa de sus piez...

Matrimonio de conveniencia y sabroso en realidad

Es la historia de un inmigrante y su lucha por la supervivencia a través del amor.

Convine que dado que la naturaleza me hizo un hombre hermoso y que la providencia me situó de nacimiento en un país con graves problemas económicos y sacudido constantemente por conflictos políticos y armados, era justo que emigrase y aprovechase mi apostura varonil para lograr establecerme en la vida desahogadamente. Así llegué a este país, acompañado por Croachick, mi viejo padrino, un hombre al que la vida no había tratado muy bien y que aún habiendo servido en el ejército, el gobierno había abando...