Contener...probando estilos

Estaba cansada que los hombres al verte elegante, joven, guapa y con clase, te traten como una flor, quería ser dominada, que me partieran en dos, sentir el semen en mi boca, en mis pechos, en mi vagina y en mi ano. Quería ser sometida y hasta ahora nunca había sucedido, nadie me ha cogido ni medianamente como deseo cada noche, solo he sido de mi marido.

TANTAS VECES CONTUVE MIS GANAS, PERO HOY

Estaba cansada que los hombres al verte elegante, joven, guapa y con clase, te traten como una flor, quería ser dominada, que me partieran en dos, sentir el semen en mi boca, en mis pechos, en mi vagina y en mi ano. Quería ser sometida y hasta ahora nunca había sucedido, nadie me ha cogido ni medianamente como deseo cada noche, solo he sido de mi marido.

Los hombres se me acercan, y aunque no he sido infiel me mantengo, solo esperando que alguien en...

Sexo Express

Reflexiones sobre el sexo por sexo sin mas.

Sexo, solo es sexo. No hay amor, no hay amistad, no es tu y yo, no es un futuro juntos, es solo apaciguar los instintos mas básicos y primitivos del ser humano.

No es más que eso, sexo por sexo… Y tus dedos desabrochan mi camisa con decisión, buscando el acceso a mis pechos que se mueren por tus caricias. Pasas tu lengua por mis pezones para hacerme suspirar, para hacer que mis piernas pierdan su fuerza y me cueste mantenerme de pie frente a ti.

Me apoyas contra la pared y me subes la falda...

En el espejo

En el segundo relato de Trazada, nos podemos encontrar con que a veces la leyendas urbanas más conocidas tienen un final imprevisto.

Conjuraste al destino.

Desnuda ante el espejo, repetiste "Verónica" nueve veces para que tu invocación despertara a las sombras y las moviera a reflejar signos de futuro en el cristal azogado.

Corrías el riesgo de desvelar terribles verdades, tal vez de ver tu propio cuerpo amortajado al otro lado del espejo. Conocías que había quien enloquecía al enfrentarse con su destino, que cabía la posibilidad de morir en el mismo momento de buscar la verdad. No te importó.

Al decir por n...

Te hallé

de morir cada noche por tu ausencia y amanecer mojada en tu recuerdo

Te halle Frente a ti halle mi verdad, en un amor que nació callado, en miradas pacientes y ocultas buscándose siempre en rincones, de una caricia muda inexistente, de palabras gritadas en silencio, de un beso contenido y diluido en un suspiro, de acariciarte sin rozarte por temor a sentirte, del miedo actuar y amar sin razón, del deseo esparcido por el interior del alma, de necesitarte y desearte cada día en un ahogo, de morir cada noche por tu ausencia y amanecer mojada en tu recuerdo, del ca...

La hormiguita

Te relajas, te adormeces, ronroneas,… pero un picorcillo inoportuno junto a tu ombligo reclama tu atención. Debe tratarse de alguna hormiguita que te hace cosquillas al deambular sobre tu piel. La notas andar hacia arriba, entrando bajo tu camiseta y escalando tu pecho derecho hasta coronar el pezón.

La hormiguita

Un bonito día de primavera. Un paseo por el campo. Un campo lleno de flores, de hojitas verdes, de luz, de agradables olores,… pero también con sus bichitos siempre molestos y, en ocasiones, convertidos en intrépidos exploradores.

Te tumbas sobre la hierba, sintiéndola bajo ti y con el sol calentando tu cuerpo. La visera de la gorra medio cubre tu cara. La camiseta arremangada por la cintura solo tapa tus pechos que se elevan como montañas hacia el cielo. Tus pantaloncitos co...

En el chiringuito de la playa

Relato corto en el que un camarero de un chiringuito playero sufre la provocación de una espectacular bañista.

En el chiringo de la playa

La había visto varias veces con su marido y su hija. Desprendía sexualidad por todo su cuerpo y más cuando le repasaba de arriba a abajo de soslayo. Pero aquel día fue increíble llego sudorosa y se sentó en la banqueta.

Su piel morena hacia que ese bikini blanco llamara la atención y más aún sus poderosos pechos sujetos por tirantes al cuello.

Venia sola, el calor era sofocante y como siempre me miró. Pero esta vez al coger su jarra de cerveza se sentó en el...

My life: el dentista de mi amigo

Saltó el contestador: “Julia cariño, ya estoy aparcando el coche, en cinco minutos estoy en la consulta”

My life: el dentista de mi amigo (max 2pag)

Una tarde de verano, tomando un café con un buen amigo desde la infancia, al comentarle que debía hacerme unos empastes dentales, me dijo que fuera con él la tarde siguiente a la cita con su dentista, el mejor de la ciudad, según él, y con un precio de amigo, ya que debido a su trabajo como director de sucursal bancaria, le debía algunos favores relacionados con hipotecas y préstamos.

Quedé con él en la entrada del edificio. La clínica se encontr...

Nuestros jugos se condensan

A la vera de la piscina reconocí cada poro de su pecho, conté los vellos de sus piernas y grabé para siempre el olor de su cuerpo en mis sentidos.

Nuestros jugos se condensan y se lanzan al aire cual mariposas. (Anónimo)

Fue la primera vez de un largo amanecer.

El calor de la adolescencia honró su vieja estirpe. Su piel blanca y ardiente se derramaba sobre la mía, derritiéndome en exóticas sensaciones de placer.

A la vera de la piscina reconocí cada poro de su pecho, conté los vellos de sus piernas y grabé para siempre el olor de su cuerpo en mis sentidos.

Él tomó cada gota de mi bronceada piel, alimentó su fuego con mi...

My life: Compañera de trabajo

Alguna vez has tenido un compañero que te pasaba el trabajo a ti? Yo sí, y me vengué.

Hace no mucho tiempo, al terminar mi carrera, entré a trabajar en una gran firma de refrescos como vendedor. Supongo que era bueno porque al poco tiempo ascendí a jefe de zona, donde además de visitar establecimientos, era responsable de cuatro vendedores.

Uno de ellos era Goya, una mujer morena, con buen tipo, de unos 35 años, viuda, madre de dos hijos, y que supongo consiguió el puesto a cambio de chupar mas de una polla, ya que, aún siendo una mujer guapa, era nefasta en su trabajo, incapaz d...

Rio blanco

Microhistoria de una mamada contada desde varios puntos de vista.

La polla apuntaba hacia ella corriendose una y otra vez. Tenia la cara anhelante, con la boca abierta y la lengua fuera, en algunos puntos esa cara se volvia blanca, el semen goteaba dejando un rastro. La mano femenina estaba con los huevos, apretaba aquellos pendientes ligeramente para exprimirlos a fondo, pero no queria forzar las cosas, era mas bien una caricia, la otra mano femenina estaba con el miembro masculino, era una mano habituada a aquella forma alargada, sentia el conocido salto que se pr...