Las tres cuñadas 2

... y como con ellas tres no basta, invitan a un cuarto a la fiesta.

Las tres cuñadas y un cuarto

Avergonzadas por lo ocurrido, durante los días siguientes se evitaron las unas a las otras como si de ésta forma nada hubiera ocurrido.

Pero, aunque simularan que no había pasado nada, ninguna de las tres lo pudo olvidar. Durante unos días apaciguaron sus ardores masturbándose con frenesí rememorando cada una de ellas las escenas más tórridas que habían tenido lugar en el salón de Antonia. Poco a poco, casi sin reconocerlo, las tres sintieron que necesitaban algo...

Cornudo en mi propia casa: Preñada (Parte 5).

Carlo cumple con su amenaza y da una vuelta de tuerca definitiva a la situación. Solo para espiritus fuertes

El agua caliente cae por mi cabeza desde hace un largo rato, en un intento infructuoso de recuperarme, no solo del cansancio de una jornada laboral dura, sino también, sobre todo, de la nueva situación que se desarrolla desde hace unos meses en casa y que está a punto de volverme loco.

Cualquiera de los lectores que consumen con habitualidad las historias de mi mujer, todas ellas basadas de una u otra forma en la realidad, saben que soy marido de una mujer espléndida de 43 años, rubia natural, de cuer...

Fiesta de cumpleaños

Como el día de mi cumpleaños me cambió la vida al comprobar como era realmente mi esposa

Antes de nada me presentaré, mi nombre es Mario y vivo en una pequeña ciudad del centro de España. Me casé muy joven con Raquel, mi esposa. Yo tenía entonces 22 años y ella 19. Un embarazo no deseado fue el causante de tal urgencia, pensamos que casarnos era la mejor opción.

A pesar de casarnos tan jóvenes nuestro matrimonio funcionó bien, hemos tenido alguna pequeña crisis que hemos sabido ir superando como la mayoría de matrimonios.

Como en todas las parejas siempre uno de los dos está más ena...

Las tres cuñadas 1

Unos maridos descuidados, les hace cuidarse entre ellas.

Las tres cuñadas

Como cada viernes, habían cenado los tres hermanos en casa de Alfonso, el hermano mayor. Pese a las diferencias de edad los Cienfuegos se llevaban muy bien y procuraban no fallar a esas cenas a las que asistían con sus esposas.

Después de cenar, ellos, como siempre, se retiraron al salón para beberse tranquilamente un güisqui mientras ellas, como siempre, se ocupaban de recoger todo y arreglar la cocina para ayudar a la anfitriona. Estaban tan acostumbradas a ser ‘chachas’ d...

Justicia o venganza

Una atractiva mujer casada se siente atraída por un hombre en busca de justicia o venganza.

Nadia había tenido una vida amorosa complicada. Tumbada en el sofá viendo la tele mientras le pedía a su marido que le masajeara los pies, recordó con cierta nostalgia algunos de los capítulos de su pasado.

A su mente vinieron aquellos primeros años de descubrimientos con los chicos más malos del colegio, con los que se había divertido teniendo sus primeras y satisfactorias experiencias sexuales. Poco después llegaron las noches de desenfreno. Había disfrutado mucho saliendo de marcha con amigas y t...

Por fin de viaje

De nuevo en la carretera me dirigía a Huelva.. El día se planteaba ya otoñal y la lluvia hacia acto de presencia por la carretera.. El tráfico era mas o menos fluido y desde luego las ansias por llegar eran palpables.. Poco a poco, kilometro tras kilometro la ansiada llegada se fue acercando.. Mil i

De viaje por fin!!!

De nuevo en la carretera me dirigía a Huelva.. El día se planteaba ya otoñal y la lluvia hacia acto de presencia por la carretera.. El tráfico era mas o menos fluido y desde luego las ansias por llegar eran palpables.. Poco a poco, kilometro tras kilometro la ansiada llegada se fue acercando.. Mil ideas pasaban por mi cabeza sobre como seria aquel encuentro, el primer cruce de miradas o las primeras palabras..

Al llegar a Huelva como siempre el camino fue lento y semáforo tra...

Noche de cuernos

¿Quién ha dicho que la venganza es un plato que se sirve frío? Mejor muy, muy caliente

—Si ya sabes que yo siempre soy muy buena… —Su voz de forzada inocencia me hacía imaginar la carita que debía estar poniendo—. Pues eso, que estudies mucho. ¡Y nada de darle al manubrio, que mañana prometo ir a despertarte y te quiero en forma!

—Oye, respecto a eso, que mamá se me ha quejado, que dice que eres muy escandalosa…

—¡Ah, pues nada; si tu mamá se va a incomodar, no te haré lo que pensaba! Si tu mamá se va a poner de morros, creo que ni iré a despertarte…

—Ve...

Eloy y Marisa - 6

Eloy tiene una nueva experiencia con otra mujer en la noche Barcelonesa, mientras que Yaiza por su parte, descubre nuevas e interesantes cosas sobre su jefe, haciendo que se replantee seriamente la actitud a tomar hacia él

Eloy y Marisa - 6

El fin de semana Eloy y Yaiza estuvieron trabajando con el fin de poder terminar cuanto antes y regresar a casa en el plazo más corto posible. En realidad esto Eloy lo hacía por ella, por la joven, porque maldita la gracia que a él le hacía regresar y tener que ver a Marisa, era algo que cada vez llevaba peor, era consciente de que de ese modo la herida no se cerraría, no podía verla sin que pensase en lo que esta había hecho... y comenzar a comerse la cabeza con otras cosas.

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A mi novia le gusta mostrar su culito (10)

El relato tan esperado de la saga de Jorge y Marcela. Con nuevas fotos de ella mostrando su colita.

A mi novia le gusta mostrar su culito (10)

Después de lo que me había pasado entre los compañeros de mi anterior trabajo y mi esposa, sabía que no estaba bien que esa noche estuviéramos en ese evento, pero no tuve opción, la empresa en donde soy vendedor presentaba un nuevo producto e iban a asistir todos los directores de las filiales del mundo por lo tanto era imposible faltar.

Quizás tendría que haber puesto una excusa para que Marce no fuera conmigo, pero mi jefe insistió para que todos fuer...

Con sexo no hay problemas y 3

Resolví los problemas de mi marido... y me encontré con los míos.

Continuación de la historia Con sexo no hay problemas 2 que encontrará en http://www.todorelatos.com/relato/115765/

Sin problemas no hay soluciones

Aquella noche huí de mi marido como de la peste y le avisé que tenía la menstruación para evitar que tuviera tentaciones sexuales; tenía el coño terriblemente irritado como para darle más guerra. No le dije que había logrado que no fuera uno de los elegidos para incrementar la cola del paro porque me hubiera sido difícil explicar cómo lo h...