Las tres cuñadas 2
... y como con ellas tres no basta, invitan a un cuarto a la fiesta.
Las tres cuñadas y un cuarto
Avergonzadas por lo ocurrido, durante los días siguientes se evitaron las unas a las otras como si de ésta forma nada hubiera ocurrido.
Pero, aunque simularan que no había pasado nada, ninguna de las tres lo pudo olvidar. Durante unos días apaciguaron sus ardores masturbándose con frenesí rememorando cada una de ellas las escenas más tórridas que habían tenido lugar en el salón de Antonia. Poco a poco, casi sin reconocerlo, las tres sintieron que necesitaban algo...